Asesinato de Aslán Usoyán: Rusia busca capo
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La muerte a tiros del padrino de la mafia rusa, Aslán Usoyán —alias Abuelo Hasán— resonó en el centro de Moscú e incluso hay quien asegura que hizo temblar los cimientos del Kremlin.
La tan manida frase “La realidad supera la ficción” volvió a confirmarse una vez más en el corazón de Moscú. La muerte del capo de la mafia rusa, Aslán Usoyán, dejó atónito a un país que desde la caída de la URSS y los primeros años de los noventa no recordaba golpes tan letales asestados por la mano del hampa.
Rusia vivía hasta el pasado miércoles un periodo de aparente paz, bien maquillada, entre las autoridades y los cabecillas de los diferentes clanes criminales. Algunos escarceos violentos se volvían tenues en los titulares y noticias de los medios de comunicación, siempre con alguna excepción para vanagloriar el cambio de imagen de la militsia. Perdón, politsia.
El asesinato de Ded Hasán (Abuelo Hasán), a manos de un profesional solo comparable con el mítico Jason Bourne de ficción, es un golpe encima de la mesa que sirve de toque de atención a la Bratva. La muerte de quien dirigiera con mano firme la mafia rusa durante años dejará un vacío de poder que generará una nueva guerra entre familias.
Una afirmación lejos de la realidad porque ni siquiera el fusil automático con silenciador y mira telescópica del francotirador, que utilizan las fuerzas especiales, deja opción a la duda. De nada sirvieron los guardaespaldas a modo de Fides para salvar a su Julio César, quien sucumbió a sus idus de marzo. Y como reza la tradición romana, tampoco vio el rostro de su ejecutor.
En Moscú hay un nuevo hombre en la sombra, alguien lo suficientemente seguro de sí mismo para cortar la cabeza al vor v zakone (ladrón de ley). Alguien que asesinando al jefe de los jefes a plena luz del día y en el centro de Moscú a la salida de un plácido restaurante quiere dejar bien claro que él será a partir de ahora quién manda. Porque la letra con sangre entra.
Fotos: portada, (cc) Marc Veraart/Flickr; texto, (cc) angel_kulikov/Flickr. Vídeo: yasedd/YouTube.