Aquí hay gato encerrado
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A menudo, cuando en español sospechamos algo tenemos “la mosca detrás de la oreja”. En Francia, lo que tienen tras la oreja es la pulga (avoir la puce a l´oreille), y en inglés optan por la expresión to smell a rat, es decir, que “huele a rata”. Y continuando con el olfato, un sentido muy usado en varios países para expresar que algo te resulta sospechoso, encontraremos que en España nos huele a “chamusquina" o "a muerto”, casi como en Francia, donde “huele a quemado” (sentir le roussi), mientras que en inglés a lo que les huele es “a pescado” (There is something fishy going on).
Es curioso observar las expresiones idiomáticas con animales. Tras tener la mosca detrás de la oreja, en español concluimos que “hay gato encerrado”. En Italia, también dicen qui gatta si cova, es decir: que “el gato se esconde”. Los portugueses, lo que descubren es “un cachorro tras el matorral” (nesse mato tem cachorro), y todavía más diferente el francés ya que creen que hay “una anguila bajo una roca” (avoir anguille sous roche).
No tratemos de buscar una explicación a estas diferencias idiomáticas o acabaremos volviéndonos locos “como cabras” o, como dirían en inglés to have bats in the belfry, algo así como “tener murciélagos en el campanario”. Lo mismo que en Francia tendrían “una araña en el techo” (avoir una araignée au plafond). Es decir, que nos falta un tornillo.