11 de marzo mirando al futuro
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El próximo 11 de marzo, justo un año después de la explosión de diez bombas en cuatro trenes de cercanía, Madrid y toda España rendirán homenaje a los 192 muertos y casi 2000 heridos dejados por aquel brutal atentado.
Esta vez los minutos de silencio, las lágrimas y el recuerdo de aquella trágica jornada se verán inteligentemente complementados por una original iniciativa que quiere mirar hacia el futuro. En los días previos al primer aniversario del 11-M, la capital de España acogerá una Cumbre Internacional sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad. Su objetivo: reunir a líderes mundiales, expertos y sociedad civil en un fructífero diálogo que alumbre soluciones para responder a la amenaza terrorista desde valores democráticos.
Múltiples perspectivas, múltiples análisis
La cita de Madrid pretende honrar la memoria de las víctimas de los ataques terroristas aportando ideas que eviten catástrofes como la que conmocionó a toda Europa aquel trágico 11 de marzo. Hay que frenar el terrorismo. Por ello, los organizadores de la Cumbre han querido crear un formato novedoso que permita analizar por primera vez todas las dimensiones del problema desde todas las ópticas posibles, dando voz a los múltiples agentes sociales.
Un grupo de doscientos expertos ha trabajado durante los últimos meses en la preparación de los documentos que serán debatidos durante la Cumbre, del 8 al 11 de marzo. Los expertos han estudiado el problema desde una perspectiva amplia que aborda tanto los factores subyacentes que motivan el fenómeno terrorista —individuales, políticos, económicos, culturales y religiosos—, como las estrategias más efectivas para combatirlo —policiales, militares, judiciales y de inteligencia—, sin olvidar el papel central que los valores democráticos y la sociedad civil pueden y deben desempeñar en esta lucha.
Los cuatro ejes temáticos —causas, estrategias, valores democráticos y sociedad civil— serán presentados y debatidos durante los dos primeros días de la Cumbre en diferentes grupos de trabajo que reunirán a los expertos con líderes políticos, profesionales y ciudadanos. El tercer día de la Cumbre, una serie de sesiones plenarias permitirá abrir el debate a una audiencia mayor, haciendo posible que las conclusiones se enriquezcan con nuevos puntos de vista y aportaciones, entre ellas las del Secretario General de Naciones Unidas, el Presidente de la Comisión Europea y numerosos mandatarios europeos y mundiales. Finalmente, el 11 de marzo, las conclusiones de la Cumbre serán presentadas en un documento que ya ha sido bautizado como la Agenda de Madrid. El texto incluirá tanto pautas generales que orienten la respuesta democrática al terrorismo como recomendaciones prácticas sobre las medidas que los gobiernos deben adoptar para hacer más eficaz su acción.
Combatir el terrorismo desde valores democráticos
A parte de su formato y del protagonismo que se quiere dar a la ciudadanía, el otro elemento verdaderamente significativo de la Cumbre es su decidida apuesta por los valores democráticos como respuesta al terrorismo. No en vano, el principal impulsor de la cita de Madrid, junto con el Gobierno español y las autoridades locales, es el Club de Madrid, una organización independiente integrada por más de cincuenta ex Jefes de Estado y de Gobierno que tiene como objetivo promover el fortalecimiento de la democracia en todo el mundo.
En un momento en el que determinados valores democráticos parecen cuestionarse en aras de una mayor efectividad en la lucha antiterrorista, es importante que se recuerde el papel que el sistema de derechos y libertades que caracteriza a los regímenes democráticos puede desempeñar a la hora de frenar la extensión del terrorismo. Lucinio Muñoz, adjunto a la Secretaria General del Club de Madrid y la ex Primera Ministra de Canadá Kim Campbell, han resumido para Café Babel el propósito de la Cumbre: “La idea de unir democracia y terrorismo surge de nuestro firme convencimiento de que a largo plazo ninguna política antiterrorista puede tener éxito si no se formula desde el respeto a los valores democráticos. Es erróneo y peligroso sacrificar en la lucha antiterrorista aquellos valores que precisamente se pretende salvaguardar. De ahí el lema que hemos escogido para la Cumbre, democracia para un mundo más seguro”.
¿La democracia como solución de todos los males? No, pero confiemos en que al menos la Agenda de Madrid sirva para demostrar que la lucha contra el terrorismo no debe justificar la erosión de nuestras libertades —como la Patriot Act estadounidense— y contribuya también a impulsar el importante papel que sin lugar a dudas la extensión de la democracia está llamada a desempeñar en la solución de este importante problema de nuestro tiempo. Después del flaco favor que la retórica neoconservadora ha prestado al avance de la democracia en el planeta con ocasión de la crisis de Irak, camuflando intereses geoestratégicos tras una maniquea, simplista y errónea formulación del binomio democracia-terrorismo, es de esperar que la cita de Madrid ayude a clarificar conceptos, restaurar valores y apuntar soluciones. Las 192 víctimas del 11-S europeo no pueden tener mejor homenaje que alcanzar ese objetivo.