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Volt: el movimiento juvenil que quiere electrizar Europa

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Volt es el movimiento europeista más joven del continente. En solo un año de vida cuenta ya con más de 3000 inscritos, con una media de edad de 30 años. ¿Su objetivo? Presentarse a las elecciones al Parlamento Europeo en 2019. Cafébabel ha estado con uno de los fundadores: Andrea Venzon.

"Cada vez que tiene un gran reto por delante, Europa se divide y sale perdiendo". Andrea Venzon, cofundador del movimiento político progresista europeo Volt (antes Vox Europa), no se anda con medias tintas a la hora de describir el callejón sin salida en el que se encuentra desde hace años la política del Viejo Continente. "Es el caso de la crisis de los refugiados, y ocurrirá lo mismo ante los próximos desafíos que esperan a la Unión Europea en un futuro no lejano. Es como si, para permanecer unidos, necesitáramos siempre un ‘enemigo’ común. Cuando eso no existe o no es fácilmente indentificable, prevalecen los egoísmos y los intereses nacionales". Y es con Volt cómo un grupo de jóvenes apasionados quiere provocarle una verdadera descarga eléctrica a Europa.

Una reacción al terremoto Brexit

Sentados en una mesa de un restaurante milanés y con la primavera recién estrenada, de manera afable y sin falsas apariencias, el que fuera alumno de la Universidad Bocconi  de Milán, fábrica de las élites italianas, nos cuenta cómo nace y se organiza hoy en día un movimiento político con ambición continental. Por las mesas situadas junto a la nuestra vemos desfilar hombres de negocios, turistas y empleados de las empresas con sede en la avenida Corso di Porta Nuova de Milán: todos andan con la misma prisa, aunque se paran un momento. Sin darse la vuelta, interrumpen repentinamente la conversación con sus vecinos de mesa para intentar captar algo del razonamiento de este joven líder durante el transcurso de una entrevista que casi parece ser el ensayo general de un futuro discurso (¿en directo a través de Facebook?).

Con veintiseis años, Andrea Venzon decidió meterse en política a pesar de que ya tenía una carrera labrada en el sector privado. Fue una decisión muy meditada, en una época en la que los jóvenes prefieren distanciarse o desinteresarse de la política. Al día siguiente del referéndum sobre el Brexit, Andrea Venzon abriga el sueño de fundar un movimiento político paneuropeo en reacción a la pasividad de las élites políticas frente al resultado de la consulta británica.

Como ocurre a menudo en estos caso, la idea nació a propósito de discusiones y debates con amigos y colegas: además de Andrea Venzon, cerebro del movimiento, el equipo fundador se compone de una francesa, Colombe Cahen-Salvador, y de un alemán, Damian Boeselager. Volt se fundó oficialmente el 29 de marzo del 2017, fecha que coincide con el envío formal de la carta de notificación del artículo 50 del Tratado de Lisboa por parte de la primera ministra británica Theresa May y que pone en marcha el proceso de salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido. "Queremos devolver el alma a Europa –señala Venzon– empezando por la asignación de pleno poder legislativo al Parlamento Europeo, para ir más allá del continuo chantaje de los gobiernos nacionales".

Un ejército de 3000 jovencísimos

El fundador milanés habla pausadamente y sin darse ningún tipo de aires: "Después de todo, estamos en el inicio del proyecto". Está vestido como para una reunión de trabajo, con pantalón largo y un jersey de cuello redondo, pero con una informalidad más típica de una startup que de un despacho oficial.  Quiere seguir siendo un joven entre los jóvenes. Un año después de su creación, Volt (cuyo "Manifesto" se puede consultar en su sitio web www.volteruopa.org) cuenta ya con 3000 miembros inscritos, en su mayoría jóvenes europeos entre voluntarios o simples simpatizantes organizados en 55 equipos (europeos, nacionales o locales) de otras tantas ciudades de 25 países, incluidos Serbia y Suiza. El resultado es fruto de un gran trabajo organizativo, con alguna norma fija a cambio de una mayor autonomía a nivel local: no se necesita el "permiso" del fundador o de los líderes para organizar eventos o encuentros de propaganda en la propia ciudad, pero los debates internos sobre temas o asuntos de interés colectivo no pueden durar más de 48 horas antes de tomar una decisión mediante votación online o posponer el debate para un momento más adecuado.

La fórmula que utiliza el movimiento permite una eficiencia máxima, a cambio de la posibilidad de experimentar nuevos formatos de participación de los posibles electores. Acostumbrados a trabajar a distancia, los voluntarios e inscritos de Volt están listos para hacer surgir nuevas propuestas desde la base a través de la utilización de plataformas digitales. Han recurrido sobre todo a Slack o a la videoconferencia, y ahora están utilizando la Workplace de Facebook: la plataforma nació dentro de la red social creada por Mark Zuckerberg para facilitar el intercambio de información y el trabajo colaborativo entre todos los miembros de una empresa u organización a través del smartphone, favoreciendo así el contacto entre ellos aunque se encuentren en países diferentes y con diferentes franjas horarias (Volt, registrada hoy como ONG, puede usar la Workplace en su versión Premium conservando así la propiedad absoluta de los datos). Andrea Venzon puede ser definido como un líder "simpático", intelectual pero capaz también de expresarse con palabras y conceptos simples, fáciles de comprender para todos. Busca juntar ideas muy diferentes a nivel cultural que puedan representar al mayor número posible de personas.

La premisa no es nueva: por su enfoque descentralizador, Volt está siendo comparado con el Movimiento 5 Estrellas, Podemos o con el Partido Pirata en cuanto a las experiencias de democracia directa con el modelo de participación ciudadana. Por lo que respecta a sus ganas de modernizar la política, su espíritu europeo y su enfoque liberal de la economía, Volt puede remitir también a En Marche!, el partido que llevó a Emmanuel Macron a la presidencia de Francia. Pero Volt apuesta todo a las ideas provenientes de diferentes países y se caracteriza por una posición muy precisa dentro del dividido mundo de los "progresistas" europeos. "Una palabra que no está de moda en este momento –comenta Venzon con tono irónico– pero que es la única que conserva intacto su significado desde Lisboa a Varsovia".

Cierto, en el vídeo de presentación de la campaña de crowdfunding aparecen sobre todo blancos, europeos y personas bien vestidas. Cuando hablamos con Andrea Venzon de la implicación de las minorías dentro del movimiento, nos explica que "todavía hay mucho que hacer para conseguir que participen. La distinción que se ve en el vídeo no es algo buscado, simplemente que todavía no hemos conseguido involucrar de manera significativa a la segunda generación de migrantes o a las etnias minoritarias en los países europeos, por ejemplo, pero está en la lista de prioridades".

Objetivo: elecciones europeas 2019

El objetivo a corto plazo de Volt es concurrir a las próximas elecciones al Parlamento Europeo y que, al menos, salgan elegidos 25 diputados en 7 países miembros, con la prospectiva de participar en el futuro en las elecciones nacionales y locales. "No queremos ser un movimiento de élites, desconectado del territorio", afirma Venzon, demostrando conocer la historia y haber aprendido de los errores del pasado, como el Partito Pirata Europeo en el 2014, que nombró candidato para Bruselas sin haberse afianzado primero a nivel local.

Más állá de la derecha y la izquierda, Volt jura que defiende valores fundamentales que se desmarcan de las derivas populistas y soberanistas: atención a las minorías y a los más débiles, fortalecimiento del bienestar en clave moderna, redistribución de la riqueza desde las zonas más ricas hacia las más pobres del continente. Todo en aras de la modernización, de la digitalización y de la productividad.  "Nos diferenciamos de la derecha -especifica el fundador de Volt- porque somos tolerantes con la diversidad de personas, y nos diferenciamos de la izquierda porque queremos hacer que el Estado sea más eficiente y apoyar la innovación y el crecimiento económico".

Los primeros meses de Volt estuvieron marcados por un trabajo de investigación sobre diversos aspectos de la sociedad actual: de la tecnología al medioambiente, de la política a la cultura, en los diferentes países europeos, el objetivo era dar con las posibles soluciones a problemas recurrentes y transversales en la sociedad europea en su conjunto y aplicarlas a nivel local y nacional. Andrea Venzon puso pasión y una pizca de inconsciencia pero no quiere atraer todo el mérito para sí: "Puse mi trabajo al servicio del equipo". Un trabajo que podría dar sus primeros frutos si Volt obtiene votos suficientes como para hacer mover la política europea en dirección hacia una mayor integración y solidaridad entre los Estados membros de la UE.

"Nuestro progresismo se basa en la premisa de poder transferir las buenas prácticas de un país a otro, adaptando al contexto local aquello que se ha demostrado que puede funcionar en otro lugar", añade Venzon terminando ya casi de comer y cuando los vecinos de mesa, que han seguido en silencio toda nuestra conversación, empiezan a levantarse. "Por ejemplo, podríamos repetir en otros países europeos el ‘smart state’ (modernización digital) de Estonia, apoyando la digitalizacioón de los sectores internos de la economía y de la administración pública con un ambicioso programa de formación digital para los jóvenes, los ancianos y las clases más desfavorecidas". ¿Bastará con el trasvase de competencias y buenas prácticas para electrizar a Europa? Para saber la respuesta, en un par de años.

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Translated from Volt: il movimento che vuole elettrizzare l'Europa