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Yihadistas europeos luchan en Siria

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PolíticaDossier Siria

El nú­me­ro de eu­ro­peos que se di­ri­gen a Siria para com­ba­tir es cada vez mayor. La bien do­cu­men­ta­da bru­ta­li­dad de Bas­har-al Assad se ha con­ver­ti­do en un punto de en­cuen­tro yiha­dis­ta in­ter­na­cio­nal. Se es­ti­ma que hay 500 eu­ro­peos lu­chan­do en Siria, pero ¿qué clase de per­so­na­s es­tán yen­do a Siria y por qué?

Des­pla­zar­se al campo de ba­ta­lla sirio desde Eu­ro­pa es tan fácil como irse de va­ca­cio­nes: un viaje en avión hasta Tur­quía se­gui­do de uno en coche hasta la fron­te­ra tur­co-si­ria y ya estás en la zona de com­ba­te. Todo esto por menos de 500 euros. La fa­ci­li­dad de lle­gar al campo de ba­ta­lla ha ge­ne­ra­do una gran preo­cu­pa­ción en los go­bier­nos eu­ro­peos, ya que temen que los com­ba­tien­tes que vuel­van de la gue­rra sean mucho más ra­di­ca­les tras haber lu­cha­do junto a afi­lia­dos de Al Qaeda. Ade­más, estos ha­brían ad­qui­ri­do la ex­pe­rien­cia­ne­ce­sa­ria para lan­zar un ata­que te­rro­ris­ta en Eu­ro­pa tras su re­gre­so. Sin em­bar­go, y de­jan­do de lado la re­tó­ri­ca ra­di­cal, lo que ver­da­de­ra­men­te des­ta­ca es el ori­gen hu­mil­de y común de mu­chos eu­ro­peos yiha­dis­tas.

LA­VA­DO DE CE­RE­BRO A TRA­VÉS DE LAS REDES SO­CIA­LES

En este mo­men­to, un con­tin­gen­te for­ma­do por cinco jó­ve­nes ami­gos mu­sul­ma­nes pro­ce­den­tes de Por­ts­mouth (In­gla­te­rra) está lu­chan­do en Siria. Uno de los com­po­nen­tes es Ift­he­kar Jaman de 23 años, hijo del dueño de un res­tau­ran­te orien­tal. Jaman via­jó Siria en mayo, tras de­cir­le a su fa­mi­lia que sólo iba a dis­tri­buir ayuda hu­ma­ni­ta­ria du­ran­te dos se­ma­nas. Ahora está lu­chan­do junto al ISIS (Es­ta­do Is­lá­mi­co de Irak y Le­van­te), un afi­lia­do de Al Qaeda. Jaman de­cla­ró en las no­ti­cias de la noche de la BBC el mo­ti­vo por el que está lu­chan­do: ''Es mi deber...​toda esta gente está su­frien­do. Los mu­sul­ma­nes están sien­do ma­sa­cra­dos''. Otro de los chi­cos de Por­ts­mouth era su­per­vi­sor en Pri­mark.

Sin em­bar­go, lo más im­pac­tan­te de todo este asun­to ha sido la pre­sen­cia de estos ami­gos en las redes so­cia­les, de las que se sir­ven para  in­ten­tar con­ven­cer a otros bri­tá­ni­cos de que se unan a la lucha. En uno de sus vi­deos, Jaman dice lo si­guien­te: ''cual­quier her­mano que quie­ra venir, que lo haga. Da igual si lo hace solo o en grupo''. Un ex­per­to en ra­di­ca­lis­mo in­for­mó al dia­rio bri­tá­ni­co Te­le­graph que, según los yiha­dis­tas, el papel hi­gié­ni­co, un bo­ti­quín de pri­me­ros au­xi­lios y un iPad son los tres ob­je­tos más im­por­tan­tes que deben lle­var­se a Siria. Así mismo, otro com­ba­tien­te bri­tá­ni­co en dicho país ha gra­ba­do sus ex­pe­rien­cias en Tum­blr, donde cuen­ta his­to­rias de amor fra­ter­nal, bom­bas y char­las junto a la ho­gue­ra.

DE TOU­LOU­SE A SIRIA: LA HIS­TO­RIA DE DOS HER­MA­NOS

El pa­sa­do de Fran­cia como me­tró­po­li co­lo­ni­za­do­ra hace que sus lazos con Siria sean más pro­fun­dos que los de la ma­yo­ría de paí­ses. De­bi­do a ello, el go­bierno fran­cés es­ti­ma que el nú­me­ro de ciu­da­da­nos fran­ce­ses que se han unido a la lucha ronda entre 200 a 400. Una inusual pro­por­ción de estos ciu­da­da­nos son con­ver­sos, de entre los que hay que des­ta­car una par­ti­cu­lar his­to­ria de con­ver­sión y ''tu­ris­mo yiha­dis­ta''.

Esta es la his­to­ria de Ni­co­las B. de 30 años, quien pro­ce­de de unos de los ba­rrios más pro­ble­má­ti­cos de Tou­lou­se. Este chico tuvo una edu­ca­ción ines­ta­ble y su de­sen­can­to por la so­cie­dad se acen­tuó al ser con­de­na­do por ven­der ha­chís. Su padre, Ge­rard B., le ex­pli­có a la BBC que Ni­co­las se con­vir­tió al Islam en el 2010. Según él, Ni­co­las es­ta­ba bus­can­do tra­ba­jo, una iden­ti­dad, y qui­zás por ello tu­vie­ron éxito, ya que es ca­rac­te­rís­ti­co de los ex­tre­mis­tas bus­car a su­je­tos de­silu­sio­na­dos.

Ni­co­las se cam­bió el nom­bre a Abu Abd Al-Rah­man e in­ten­tó con­ver­tir tam­bién a su fa­mi­lia. Este filmó un vídeo en Siria en el que se ale­gra de haber con­se­gui­do con­ver­tir a su her­ma­nas­tro de 24 años. '' Mi her­mano Jean-Da­niel, se ha unido al Islam. Es un re­ga­lo de Alá''.

Los her­ma­nos les di­je­ron a sus ami­gos y fa­mi­lia­res que via­ja­rían a Tai­lan­dia para asis­tir a unas cla­ses de boxeo tai­lan­dés. Sin em­bar­go, ambos se di­ri­gie­ron a Tur­quía y allí cru­za­ron la fron­te­ra con Siria. Según ase­gu­ra su padre, era an­gus­tian­te ver a sus hijos en Siria des­pués de ha­ber­los visto jugar a jue­gos de Nin­ten­do y desa­yu­nar ce­rea­les Choco Kris­pies. Jean-Da­niel si­guió a su her­mano mayor en el nom­bre de la yihad, pero, sólo dos años des­pués de ha­ber­se con­ver­ti­do, murió en un en­fren­ta­mien­to con­tra las fuer­zas del Go­bierno sirio. Su padre la­men­ta la mala in­fluen­cia de los vi­deo­jue­gos y el la­va­do de ce­re­bro de los ex­tre­mis­tas. ''Los que se fue­ron a Siria no eran mis hijos''.

ALE­MA­NIA: DEL CAMPO DE JUEGO AL CAMPO DE BA­TA­LLA

Burak Karan es­ta­ba abrién­do­se ca­mino entre los equi­pos de fút­bol ju­ve­nil de la se­lec­ción na­cio­nal de fút­bol ale­ma­na. Hijo de in­mi­gran­tes tur­cos, Burak ju­ga­ba en el equi­po na­cio­nal sub-16 y sub-17 junto a ju­ga­do­res que más tarde se con­vir­tie­ron en es­tre­llas, como Sami Khe­di­ra (Real Ma­drid), Lewis Holtby (Tot­ten­ham),  Den­nis Aogo y Kevin Prin­ce Boa­teng (Schal­ke).  Era una pro­me­sa del fút­bol, ade­más de un chico de­sen­fa­da­do y char­la­tán.

Su fu­tu­ro pa­re­cía bri­llan­te, pero a la tier­na edad de 20 años dejó de jugar para poder con­sa­grar su vida al is­la­mis­mo más ra­di­cal. Y, así, mien­tras sus ami­gos ga­na­ban mi­llo­nes y mar­ca­ban goles por su equi­po y país, Burak lu­cha­ba en el campo de ba­ta­lla sirio. ​Según de­cla­ró su her­mano Mus­ta­fa al dia­rio sen­sa­cio­na­lis­ta ale­mán Bild, Burak co­men­zó a re­cau­dar fon­dos cuan­do el con­flic­to sirio es­ta­lló en 2011 para así poder com­prar su­mi­nis­tros mé­di­cos para las víc­ti­mas. Mus­ta­fa aña­dió que hacía siete meses él y su mujer e hijos ha­bían ­via­ja­do a la fron­te­ra entre Tur­quía y Siria para dis­tri­buir la ayuda hu­ma­ni­ta­ria.

A prin­ci­pios de oc­tu­bre, Burak murió en un ata­que aéreo del Go­bierno cerca de la ciu­dad de Asas, si­tua­da al norte de Siria. Sólo tenía 26 años. Sin em­bar­go, las cir­cuns­tan­cias que ro­dean su  muer­te son un poco am­bi­guas. El 22 de oc­tu­bre un grupo de is­la­mis­tas des­co­no­ci­dos subie­ron un vídeo en el que la ima­gen de Burak dista bas­tan­te del  chico be­ne­vo­len­te­ que su her­mano había des­cri­to. En el vídeo, Burak apa­re­ce sos­te­nien­do un rifle de asal­to y bajo él apa­re­ce el si­guien­te texto: ''En te­rri­to­rio in­fiel lu­cha­ba como un león y lo dis­fru­ta­ba''. Su­pues­ta­men­te, el chico se vol­vió un is­la­mis­ta ra­di­cal en un campo de en­tre­na­mien­to de Al Qaeda en Wa­zi­ris­tán, una re­gión mon­ta­ño­sa de Pa­kis­tán. Su her­ma­na Zuhal ase­gu­ra que Burak sólo ha­bla­ba de la yihad des­pués de haber es­ta­do allí. Por su parte, Kevin Prin­ce Boa­teng rin­dió ho­me­na­je a su viejo amigo en Twit­ter con estas pa­la­bras: ''¡Des­can­sa en paz her­mano Burak.K! ¡Nunca ol­vi­da­ré el tiem­po que pa­sa­mos jun­tos; fuis­te un amigo de ver­dad!"

Este re­por­ta­je forma parte del dos­sier que Ca­fé­Ba­bel ha de­di­ca­do al con­flic­to de Siria.

Story by

Translated from European Jihadists in Syria