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Trabajar por la noche provoca cáncer, amor y violencia

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Cae el sol en el corazón de la UE. Miles de funcionarios dejan sus despachos y un ejército de trabajadores nocturnos les releva. Un 20% de los trabajadores de la UE labora por la noche. Muchos son jóvenes, obviando los riesgos que este tipo de turnos entraña

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), trabajar de noche aumenta el riesgo de padecer cáncer, y no solo eso. Alteraciones del sueño, pérdida de apetito, insatisfacción personal, empobrecimiento de las relaciones familiares y personales, envejecimiento prematuro y una pérdida en la esperanza media de vida de hasta 7 años, son otros de los efectos secundarios. Todo esto sin tener en cuenta que los accidentes laborales aumenta exponencialmente en este tipo de empleos. Por otra parte, la noche también se asocia a un ritmo de vida más loco y divertido que el día. Tiene fama de ser el mejor momento para ligar, desfasar o relajarse un rato. Salimos a la calle para averiguarlo.

Viernes. 21:00 horas - Van Gogh en concierto

El plomizo cielo sobre la ciudad anuncia que las lluvias intermitentes continuarán durante todo este primaveral fin de semana. Nos encontramos en el bullicioso vestíbulo del albergue juvenil Vicent Van Gogh. Apenas se escuchan dos palabras seguidas en la misma lengua y un grupo local de rock está empezando su actuación para ir calentando la noche de los mochileros, turistas y becarios de las instituciones europeas que se hospedan aquí.

Foto, Eduardo Sánchez GarcésSobre el mostrador de recepción vemos relojes marcando horas de diferentes países y de aquí para allá, a una velocidad de vértigo, a Virginia Descamps (26 años, Bélgica) una atractiva chica de sonrisa sincera que lleva 5 años trabajando aquí como recepcionista nocturna 15 noches al mes. Virginia habla varios idiomas, para la ocasión usamos el castellano. Nos cuenta sin perder la sonrisa “que está muy a gusto en este puesto, tanto por la gente que le permite conocer como por el horario”. Respecto a los mitos de la noche, nos admite con la mirada pícara “que es cierto que por la noche se liga más que por el día”, y también nos reconoce que las drogas “son más visibles por la noche” aunque ella personalmente opta por no tomarlas.

23:30 horas - Pizza rápida

Ha empezado a llover y nos resguardamos en una pizzería a punto de cerrar que vende al peso. Detrás de la barra está Anna Mazzura (23 años, Italia), su cara refleja una larga jornada pero mantiene un aire simpático. Lleva un año en Bruselas, y trabaja hasta tan tarde “porque con el francés que sabía no podía optar a otros trabajos”. Dejamos que Anna termine de cerrar el local en calma, pero no puedo evitar tener la sensación, después de haber visto a chicos de media Europa tras los mostradores de los locales de ocio de esta ciudad, que de algún modo Bruselas se ha convertido en un nuevo Londres para buena parte de la juventud europea que busca una nueva experiencia laboral, aprender idiomas, cumplir un sueño o, simplemente, aventura, y todo ello a pesar de que el paro en la ciudad es del 22% (del 35% entre los jóvenes).

00:00 horas - De noche y con orgullo

Foto, Eduardo Sánchez GarcésMañana es el desfile del orgullo gay, así que nuestra próxima parada esta noche es un conocido club ‘gay friendly’ donde viven con cierto ajetreo las vísperas: el Boys Boudoir. Al intentar entrar nos espetan un tajante “¿sois gays?”.

Nos atiende con una mezcla de curiosidad y suspicacia Felix, el dueño del local, un hombre de mediana edad, belga de origen español. Él será el que nos presente a Thierry Lurkin (23 años, Bélgica) camarero y a Libert Philippe (37 años pero aparenta 10 menos, Bélgica) gerente del local.

Comenzamos charlando con Libert, que muestra un aire serio mientras intenta sacar adelante la contabilidad al tiempo que es interrumpido por el personal para preguntarle por los horarios y responde educadamente a las preguntas que le formulo. Libert lleva 15 años alternando trabajos por la noche, desde locales de ocio hasta en ambulancias, y nos comenta que en la “noche hay que ser más humano con los demás, pero el trabajo es más duro”. Para Felix, que se suma de vez en cuando a la conversación “la noche es un trabajo de amor en el que tienes que darle a la gente aquello con lo que sueña”. “Aunque demos amor no podemos esperar recibirlo”, apostilla Felix.

Thierry estudió panadería y repostería y que compagina su trabajo en el Boys Boudoir con tareas de canguro durante el día. En el futuro se ve como repostero, pero de momento esta vida le sienta bien. Libert asiente y añade que “él no piensa quedarse en la noche hasta los 65”, entre otras cosas “porque la noche cansa más a igual número de horas, y además tienes tendencia a pegar algún trago que otro”.

03:30 horas - Taxi nocturno

De vuelta a casa, Rafik Tanzir (29 años, Marruecos) nos lleva en su flamante Mercedes que ha comprado como una inversión junto con la licencia de taxista. Rafik planea estar unos 20 años como taxista y ya lleva uno. Hace jornadas de 12 horas “y con la crisis hay días que en los que hay que echar alguna horita más” para sacar 120 euros limpios por jornada de trabajo.

Foto, Eduardo Sanchez GarcésNo le gusta trabajar de noche, entre otras cosas por los peligros que entraña: “a un compañero, no hace mucho, una pareja le pidió una carrera a Mons (ciudad cercana a la frontera francesa). Le dieron el precio acordado por anticipado, 150 euros, y cuando llegaron al destino lo bajaron del taxi a punta de pistola, le robaron todo el dinero y lo apalearon. Desde entonces no ha vuelto a trabajar de taxista”.

Al preguntarle cuando se cogerá vacaciones, contesta: “por este año ya me he tomado demasiadas vacaciones, en enero, carnaval y semana santa” que es cuando coincide que hay menos actividad en las instituciones europeas.

La carrera me sale por 11 euros. Me despido de Rafik y dejo que la ciudad continué con su ritmo hasta mañana por la mañana.

Agradecimiento a Fernando Navarro Sordo por su colaboración en este artículo

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