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Terror, que pase el siguiente

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Un atentado en Londres era esperado por todos. ¿Son Italia y Dinamarca los únicos países temerosos? ¿Cual es la identidad de las próximas víctimas?

¿Atentado en Londres? Crónica de una muerte anunciada. Con anterioridad a los atentados de Madrid, en enero de 2004, los servicios británicos del MI5 realizaron una serie de detenciones que culminaron con la clausura temporal de la Mezquita de Finsbury Park, en la zona norte de la capital y entonces centro neurálgico del radicalismo islamista. Miedo y alarma siguieron a estas detenciones hasta la pasada navidad con el siguiente mensaje a los londinenses por parte del jefe de la policía metropolitana, John Stevens: “El peligro en Londres no ha disminuido”, advirtiendo de que “un atentado sigue siendo inevitable”.

"La guerra en Irak no lo explica todo"

Ha llegado la hora en la que el miedo se extiende por toda Europa. Aparece incluso en el este, donde el peligro parecía menor. Por ejemplo en Budapest, donde la mañana de los atentados de Londres fueron evacuados tres centros comerciales tras falsas alarmas de bomba. No obstante, el terror persiste en los países de la Europa Occidental, como por ejemplo en Francia donde la cota de alerta ha ascendido al “nivel rojo” tras la tesis mal avalada según la cual se llegó a pensar que la elección del 7 de julio para los atentados londinenses se originaba en la elección de la misma para la organización de los Juegos Olímpicos de 2012. Los parisinos se lo cuestionan: ¿Hubiera ocurrido tal atentado en París si hubiesen sido ellos los elegidos para la organización de los Juegos? Sin embargo, igual temor alcanza al pueblo italiano y danés: la reivindicación por parte de la célula de Al Qaeda de los atentados ingleses contiene una amenaza directa a Roma y Copenhague, originada por la presencia de sus tropas militares en Irak.

Con todo, Italia vive bajo amenaza terrorista desde hace ya tiempo: su apogeo data de agosto de 2004, cuando las Brigadas Abu Hafs Al Masri se propusieron "echar el poder al gobierno Berlusconi" bajo la amenaza de “quemar Italia”. Dinamarca también se siente en peligro: en los medios, el temor a atentados sobre el territorio nacional se ha visto incrementado desde el compromiso adquirido con la guerra en Irak.

“Pero Irak no lo justifica todo”, analiza Ricardo Alcaro del Instituto italiano de Asuntos Exteriores: “No tenemos que infravalorar que las reivindicaciones contienen asimismo referencias a la guerra de Afganistán”. En Afganistán, están actualmente involucrados bajo fuerzas internacionales países como Francia, Alemania, Polonia o España. “El odio hacia occidente y la retórica de las cruzadas son motivaciones que implican a todos” concluye Alcaro.

Europa: de base a objetivo

Y pensar que en diciembre de 2003 era inimaginable un ataque terrorista en Europa. Al día siguiente de la masacre de Casablanca y Estambul Pisanu, Ministro del Interior italiano, afirmó en una intervención en la Comisión Europea que “golpear del mismo modo en Europa es mucho más difícil”. Sin embargo, pocos meses después sucedieron los atentados de Madrid y tras estos, en junio de 2004 se empezaron a intuir otros ataques: el objetivo, París. Tres fueron las detenciones en Italia, quince en Bélgica sin contar las redes desmanteladas por toda Europa. Pero aún así, la cuestión sigue en el aire. ¿Dónde golpeará de nuevo el terrorismo? Desde el 11 de septiembre de 2001, Europa está inmersa de igual modo como objetivo de primer orden por parte de los terroristas. Lo subraya también Alcaro: “En Europa, el peligro es particularmente elevado puesto que aquí han ido llegando millones de inmigrantes musulmanes, comunidad que no está plenamente integrada con el resto de la población, siendo por tanto difícil para la inteligencia policial identificar posibles minorías que puedan confabular con el terrorismo y por tanto obtener información útil”.

Por tanto, todo objetivo es susceptible de un posible ataque pero no existe ningún elemento de juicio que pueda decretar a quién le tocará el próximo y cuándo. Alcaro puntualiza: “Sabíamos que no existen pruebas de la existencia de un centro de poder que coordine la red de células terroristas, sabemos que se trata de distintos grupos que comparten tendencias respecto al modus operandi así como a las razones del ataque”. De hecho, los atentados de Madrid y Londres demuestran que estos grupos tienen una menor capacidad destructiva respecto a quienes actuaron el 11 de septiembre de 2001 pero un poder psicológico devastador y un mismo blanco: la gente común, golpeando de modo indiscriminado. “Cuando son pequeñas células que golpean, es demasiado difícil frustrar sus planes a tiempo: proteger los centros públicos de forma decente es prácticamente imposible”, afirma Alcaro. Por tanto, ¿Es posible saber quién será el próximo dañado? “Se puede llegar a pensar que serán pequeños grupos de acción, porque han demostrado que ellos mismos pueden organizar cualquier tipo de atentados. Después, lugar y modo serán elegidos para alcanzar el mayor impacto posible. Por otra parte, el Reino Unido era el objetivo justo, dado su prestigio actual en calidad de país organizador de la Cumbre del G-8, actual presidente de turno de la Unión Europea y futura cita olímpica. Y todo ello, a pesar de la fama de tener el servicio secreto más eficiente del mundo”. Era por tanto evidente: que pase el siguiente.

Han colaborado: de Bratislava Eva Simekova, de Budapest Judid Járadit, de París Eva Queralt y Julia Mills, de Roma Ilaria la Commare

Translated from Terrore, avanti il prossimo