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Sólo los 'podridos' se libran del servicio militar en Turquía

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Sociedad

El servicio militar es obligatorio para los jóvenes turcos. Allí ganan una respetabilidad necesaria para la vida profesional y para el matrimonio. Los que se libran son aquellos catalogados como 'podridos': los discapacitados físicos y mentales, las personas obesas y los homosexuales. Reportaje.

Murat celebró ayer su 28 cumpleaños. Hoy, sin embargo, da una fiesta de despedida: dentro de unos días se va a la mili. Ha quedado con sus mejores amigos en una cafetería del barrio asiático de Estambul. Pide té y pasteles de nata para todos. Además de ser de buena constitución, Murat tiene la cabeza bien amueblada. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Galatasaray, una de las mejores de Turquía, no podrá librarse de los seis meses de servicio militar al que tienen que acudir todos los jóvenes turcos antes de cumplir 38 años.

Faltan pocos días para que se vaya y Murat todavía no sabe a qué cuartel irá destinado. Para luchar contra la angustia y hacer pasar un buen rato a sus invitados, saca de su bolsillo un pequeño trozo de papel blanco. Es la lista de las cosas que se tiene que llevar, la impedimenta reglamentaria. Ya ha puesto una cruz al lado de casi todos los elementos de la lista: diez pares de calzoncillos, camisetas térmicas, espuma de afeitar e incluso zapatillas de andar por casa. "Me las he apañado con 200 liras turcas (100 euros)". El encargado de la tienda especializada le ha hecho un descuento.

Un padre no permitirá que su hija se case con un 'kuruk'

Al igual que a la mayoría de los jóvenes turcos, a Murat le gustaría librarse del servicio militar que, en su opinión, es una perdida de tiempo. Pero intenta tomárselo con filosofía: "el servicio me puede ayudar a entender mejor la realidad de mi país. Será algo diferente a Estambul, habrá gente de la Anatolia profunda. Algunos tendrán que aprender a hablar bien e incluso, por lo que dicen, ¡a lavarse! Para aquellos que no saben ni hablar ni escribir es una suerte poder hacer el servicio militar." En efecto, se proponen cursos de alfabetización.

Antes de las elecciones de junio, el líder de la oposición Kemal Kılıçdaroğlu se comprometió a acortar el servicio militar

El programa no tiene nada de emocionante: entrenamiento militar intensivo, cursos teóricos y guardias de noche. No obstante, el servicio es de gran importancia en cuanto a estrategia se refiere para uno de los ejércitos mejor preparados del mundo. Sexto del mundo en términos de efectivos, el ejército turco cuenta con más de 700.000 personas para poco menos de 80 millones de habitantes. Ha desempeñado un papel político muy importante en la historia en la protección del kemalismo, la ideología de Atatürk, fundador de la Turquía moderna. Su participación en la vida política se ha visto reducida desde 2003, pero la población todavía le profesa un gran respeto. El servicio militar es un elemento clave de su patriotismo.

Un amigo de Murat lo confirma: "el servicio militar convierte a un hombre en un auténtico ciudadano turco. Como es lógico, un padre no deja que su hija se case con alguien que no ha hecho el servicio militar”. La mili se suele incluir en el currículum ya que es a menudo condición indispensable para obtener un empleo. La exención del servicio militar es un tema tabú. A las personas que se libran del servicio militar se las llama kuruk. Este palabra significa, literalmente, 'podrido'. Y esa etiqueta acompañará a la persona que la recibe el resto de su vida.

"Un padre no deja a su hija casarse con alguien que no haya hecho el servicio militar", dice un amigo de Murat

Una persona puede ser eximida por muchas razones. Aquellos que trabajan o estudian en otro país desde hace al menos tres años pueden realizar un servicio de 28 días si pagan 5,112 euros. El resto de jóvenes turcos sólo se puede librar del servicio militar si sufre alguna discapacidad física o mental. Para quedar exento del servicio militar por obesidad, el peso de una persona ha de superar los 120 kilos. Un amigo de Murat se parte de la risa: "Conozco a un chico que engordó mucho, pero no consiguió su objetivo ¡por un kilo! Le ha tocado hacer la mili".

Objeción de conciencia: un delito por el que se puede ser condenado

Los homosexuales también entran en este lote. A pesar de que la homosexualidad no es ilegal en Turquía,  se considera ¡un trastorno psicosexual que impide a los que lo 'padecen' formar parte del ejército. Es más, tienen que demostrar su orientación sexual. El procedimiento oficial no es muy preciso. Consiste en unas observaciones y pruebas psicológicas en el hospital, que ponen en un aprieto a los médicos y comportan topo tipo de abusos que atentan contra de la moral de los afectados. Veintiocho testigos afirman haber tenido que llevar al psiquiatra del ejército... fotos explícitas de sus retozos sexuales. El ejército lo niega de plano.

El primer objetor de conciencia en Turquía fue Osman Murat Ülke en 1996. Fue detenido y condenado a dos años de prisiónEl ejército suscita cierta desconfianza, por lo que hacerse pasar por homosexual es la opción de los antimilitares para poder librarse. La objeción de conciencia es considerada como un delito por que el una persona puede ser condenada a prisión, ya que se percibe como un rechazo a seguir las órdenes militares. El caso del cantante homosexual Mehmet Tarhan, de origen kurdo, es emblemático. Antimilitarista declarado que no quiso someterse a las pruebas de homosexualidad, fue castigado con 4 difíciles años en prisión. Recibió palizas y amenazas de muerte por parte de los otros detenidos, pero al cabo de dos meses fue liberado.

Aquellos que no quieren entrar en el ejército por razones morales tienen que actuar con astucia. Este es el caso de Ahmet, de 32 años, y que piensa que ya ha aplazado demasiado la fecha de inicio del servicio militar. "El problema es que no quiero ir ahora, me gustaría esperar unos meses". Ahmet trabaja como voluntario para una ONG que lucha por que se reconozca el derecho a la objeción de conciencia en Turquía. "Teniendo en cuenta a toda la gente a la que defiendo, me sentiría mal si hiciese la mili", ha explicado. Por esto le pide con cierta asiduidad recetas de antidepresivos a un amigo suyo que es psiquiatra, que no se lo traga. A Ahmet no le gusta nada ir al médico del ejército y "comportarse como si estuviese loco, mezclado con toda esa gente que sí que tiene problemas mentales". Han aplazado el inicio de su servicio militar un año más debido a un "problema psicológico pasajero".

Foto portada: (cc) isafmedia/ Flickr; Foto militar turco (cc) Liquid Oh/ Flickr; Foto boda (cc) familymwr/ Flickr/ armymwr.com/; Foto Murat ©Benoît Berthelot; Póster de Mehmet Tarhan (cc) davinca/ Flickr

Translated from En Turquie, seuls les « pourris » échappent au service militaire