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“Nigger”: la nueva polémica sobre Tarantino

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Eva Márquez

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Con motivo del uso repetido de la palagra nigger (negro) en la última película de Quentin Tarantino, Django desencadenado, multitud de medios y otras personalidades se preguntan si la película es racista. No es la primera vez que este término suscita interrogantes, ya sea en el mundo del fútbol o en una carta escrita por una niña de nueve años.

A menudo, cuando decidimos subir a uno de los trenes más oscuros de la historia, basta con una palabra para que descarrile. La mayor polémica lingüística que afecta al mundo del cine en este momento corresponde al uso repetido de la palabra nigger (negro) en la última película de Tarantino. Spike Lee, director estadounidense y negro, argumentó en Twitter que el término se ha convertido en una obsesión para Tarantino, quien la usa mucho para pulir los diálogos de sus películas. Esta palabra aparece 16 veces en Pulp Fiction (1994), 39 en Jackie Brown (1997) y 99 en Django desencadenado.

Bastante irritado por la controversia, el aludido responde: “Me importa una mierda lo que diga Spike Lee”. Y precisa que, para describir la época, hay que leer sus códigos —y es verdad que a mitad del sigloXIX la palabra estaba muy extendida en el sur de Estados Unidos—. Dejando el cine aparte, una polémica muy parecida sacude Alemania. Una editorial pretende eliminar las expresiones discriminatorias que aparecen en la literatura infantil clásica. Una niña de nueve años afirmó en una carta publicada a través de un blog que se trata de “un asco que esta palabra siga en los libros. Nadie puede imaginar lo que se siente al tener que leer o escuchar este término”. El problema es que en Europa la palabra negro no tiene el mismo impacto en todos los países.

El muñeco de la izquierda era muy popular por su carácter exótico en la Alemania del Este. El dulce de la derecha, que significa “beso negro”, ha cambiado de nombre debido a la tendencia en Alemania a eliminar todas las expresiones relacionadas con las razas.

En Francia, si llamamos a un negro en la calle negro, lo peor que nos puede pasar es que acabemos en prisión —lo mejor, que nos partan la cara—. Sin embargo, esta palabra tiene otros significados, ya que también puede referirse a un escritor que escribe libros para otros. Si decimos “Fulano es el negro de Patrick Poivre D’Arvor”, no os preocupéis ni por vuestra libertad ni por vuestra nariz. En España y especialmente en América Latina, la palabra negro no es nada injuriosa. Grosso modo, es como si dijéramos de Mario Monti que es blanco.

Para hacerse una idea de las emociones que el uso de este vocablo puede suscitar en un mal contexto, hay que recordar el altercado entre dos jugadores de fútbol en Inglaterra. A finales de 2011, en un partido entre el Liverpool y el Manchester United, el atacante uruguayo Luis Suárez llamó al defensa francés Patrice Evra “negro”. Acusado de alentar el racismo, Suárez fue condenado a ocho partidos sin jugar y casi 50.000 euros de multa por parte de la federación inglesa de fútbol. En su alegato, Suárez declaró que negro no era un insulto, sino un color. Por lo tanto, tened en cuenta dos cosas: moderad las palabras cuando juguéis al fútbol, pero no en las películas.

Imágenes: portada, © cortesía de la página en Facebook en francés de Django Unchained; texto, © Katharina Kloss.

Story by

Matthieu Amaré

Je viens du sud de la France. J'aime les traditions. Mon père a été traumatisé par Séville 82 contre les Allemands au foot. J'ai du mal avec les Anglais au rugby. J'adore le jambon-beurre. Je n'ai jamais fait Erasmus. Autant vous dire que c'était mal barré. Et pourtant, je suis rédacteur en chef du meilleur magazine sur l'Europe du monde.

Translated from Pour réécrire l’histoire, à chacun son nègre