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Gay Parade en Bélgica: No sólo fiesta

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Sociedad

La celebración del orgullo gay en Bélgica cumple 20 años ¡y lo festeja por todo lo alto! Durante dos semanas, del 1 hasta el 17 de mayo, más de un centenar de actividades se sucederán para culminar con la Pride Parade el sábado 16 de mayo. Hablamos con Alan De Bruyne uno de los organizadores y descubrimos que hay detrás del gran evento.

Bélgica figura en el segundo puesto europeo en el respeto de los derechos humanos y plena igualdad para el colectivo LGBT según el informe anual de ILGA-EUROPE. Aún quedan otros países muy por detrás, derechos que reclamar y otros tantos que defender. Tan solo la semana pasada, el Tribunal de Justicia de la UE avaló que los países miembros puedan prohibir la donación de sangre de homosexuales. Queda camino por recorrer, pero en mayo, ¡Bruselas se viste de arco iris! Alan De Bruyne, organizador de la Pride Belga, nos cuenta el gran trabajo que hay detrás de la fiesta, los principales problemas con los que se encuentra y algunas de las reivindicaciones principales del movimiento este año.

Cafebabel: Dos semanas cargadas de eventos, incluyendo talleres, proyecciones, arte mural, conferencias, teatro, conciertos y la Pride Parade. ¿Cuantas personas trabajáis en la organización y cómo conseguís montar tal programa?

Alan De Bruyne: En el equipo somos tres personas y dedicamos todo un año de trabajo, pero la preparación de la Pride se basa principalmente en la conexión: intentar conectar grupos, gente, organizaciones. Tenemos más de un centenar de actividades programadas pero la mayoría son llevadas a cabo por otras organizaciones. Nosotros intentamos conectarlos entre ellos y crear así una gran plataforma.

Si tuviera que contar todas las asociaciones y organizaciones con las que trabajamos llegaríamos fácil a las 200. Más hacia el final, también trabajamos con VisitBrussels, quién se responsabiliza de la seguridad y los temas logísticos. Además, si contamos los voluntarios que (colaboran_para no repetir la palabra trabajar) trabajan con nosotros el día de la Parade quienes, por cierto, son muy importantes, así como la gente que contratamos, llegamos a las 200 personas.

C: Todo este trabajo se ve finalmente recompensado con una gran afluencia de gente. El año pasado tuvisteis 100.000 personas el día de la Pride Parade. ¿Esperáis repetir este número? ¿Qué efecto tiene la Parade en la gente ?

Alan: El año pasado no podía creerlo. Hace cinco años teníamos 20.000, ¡es impresionante cómo hemos crecido desde entonces! El tiempo ayudó seguro, fue un día casi de verano, la gente quería estar en la calle. De una manera divertida a veces digo: “Dios tiene que ser gay” porque ¡siempre tenemos sol en la Parade! Esperamos repetir el número de participantes este año. Creo que el motivo por el cual crecemos tan rápido es que aquella gente que a priori tiene prejuicios, que necesita un motivo para venir o un empujón de un amigo, acaban participando y cambian su manera de pensar. Porque es divertido, es un ambiente agradable y acogedor. Claro que si llueve, no será el caso...

C: ¿Cuál es el mayor problema (con el?) que os encontráis? 

Alan: Aunque no sea la respuesta esperada, la mayor dificultad en la organización del evento es que tiene lugar en el corazón de la ciudad. ¡Tienes que pensar a tantísimo niveles! La comunidad LGBT es tan diversa como la sociedad misma. Trabajamos además con todo el espectro de la sociedad. 

Desde padres y familias, comunidad LGBT, políticos, vecinos, comerciantes, organizaciones colaboradoras...  Es difícil satisfacer a todos, ya que cada uno lo ve como “su” Pride, tal como debe ser, pero esto a veces ocasiona problemas. Por ejemplo, a veces la comunidad gay puede poner obstáculos y no querer identificarse con los travestidos, pero es que ellos también forman parte de nuestra comunidad, y fueron de los primeros en salir a la calle para reclamar sus derechos.

C: ¿Qué opinas de la cobertura de los medios de comunicación y la representación que hacen de la comunidad LGBT?

Alan: Creo que han mejorado bastante. Años atrás solo encontrabas imágenes sobre la Pride de fiesta loca, estancados aún en clichés. Claro que hay la parte de fiesta pero es que también es la mayor manifestación y momento de reivindicación de la comunidad LGBT. En los últimos años he podido ver entrevistas con los padres, con niños y otros participantes, cubriendo diferentes actividades y no solo la fiesta. Con esto, a lo mejor un niño puede estar en casa, frente a su televisor viendo la cobertura de la Pride Parade y aprovechar la oportunidad para hablar con sus padres o expresar sus dudas.

C: ¿Crees que en Bélgica, y en Europa, la sociedad es consciente de la diferencia entre orientación sexual, identidad de género y expresión de género y la realidad de éstas? [Consultar aquí si alguien se confunde con los conceptos]

Alan: Hemos recorrido un largo camino. Gays y lesbianas son ampliamente aceptados, pero siempre y cuando actúen como una mujer y como un hombre, según los estándares “clásicos”. Pero aún hay mucho trabajo de concienciación y aceptación en cuestiones referentes a la identidad de género. Por este motivo, hemos dedicado todo un día a ello, el “Gender Pride”. Y es que ¡incluso puedes encontrarte estos prejuicios en la misma comunidad LGBT! En lo que concierne a Europa, mira lo que paso en Francia  con las manifestaciones contra el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción por parte de estas parejas.

Tengo un amigo, hijo de dos madres y lloraba de pena al ver lo que estaba pasando. Manifestaciones, gente gritando contra las parejas homosexuales y contra su derecho a adoptar niños. Estaban gritando consignas ¡contra sus madres!

C: ¿Cómo se puede ayudar a cambiar estas concepciones de lo que es normal o no para una mujer y para un hombre?

Alan: Necesitamos personas que marquen ejemplo (role model). Por ejemplo, en el mundo de fútbol aún es muy difícil admitir públicamente la homosexualidad. Conozco ciertos jugadores de fútbol gays y solo algunos lo aceptan públicamente una vez acaban su carrera profesional. Eso no transmite para nada un mensaje positivo al resto de los jugadores que aún están en activo. Se necesita gente con coraje para que inspire al resto.

C: En vuestro manifiesto pedís que el gobierno renueve el plan interfederal contra la homofobia, lesbophobia y transfobia que finalizó en 2014 y, citando directamente: “que realice las inversiones necesarias para llevar a cabo las acciones prometidas”. ¿Es un problema de presupuesto o de implementación?

Alan: Diría que ambas. Es importante tener en cuenta que el plan que terminó fue establecido por el gobierno anterior. Pero es obvio, si no tienes el dinero suficiente para implementarlo eficazmente, todo queda en papel mojado, buenas intenciones, nada más. Por ejemplo, reclamamos un cambio de la ley belga en transexualidad. Para poder cambiar el registro de identidad aún debes someterte a evaluación psicológica y procedimientos médicos.

C: Otro de los puntos principales del mismo manifiesto habla desgraciadamente de las agresiones verbales y físicas. Según un estudio realizado en 2014 por la Universidad de Antwerp, un 90% de personas de la comunidad LGBT lo ha sufrido en algún momento. En Bélgica solo se castiga a los responsables con multas de entre 50 y 250 si son cazados en directo. ¿Cómo hacer para mejorar esta situación?

Alan: Todas las formas de agresión son condenables. Lamentablemente no tengo la respuesta para esta pregunta. Si lo supiera, ¡ganaría el premio nobel de la paz! Yo mismo sufrí una agresión el año pasado tras la Pride Parade cuando estaba por la calle con mi pareja. La policía estaba patrullando cerca así que cogieron a los agresores, pero a día de hoy, un año después, no les ha pasado nada. La justicia es demasiado lenta y da el mensaje equivocado a este tipo de gente; piensan que pueden salirse con la suya sin castigo. El Plan Interfederal es precisamente una herramienta para poner remedio a esta situación.