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Euro2008: “Ser supersticioso trae mala suerte”

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Cuando uno se juega tanto en un partido, es humano recurrir a los sobrenatural, esperando obtener alguna ayuda extra del más allá. Supersticiones, rezos y rituales, frecuentes entre los jugadores, con una efectividad más que dudosa. España y Alemania también guardan algún as en la manga para la final del domingo.

Es frecuente que los jugadores realicen pequeños rituales antes de los partidos, con el fin de poner a los astros, el destino, los dioses, o cualquier otra entidad sobrenatural que pueda echarles una mano, de su parte. La efectividad de estas prácticas, fuera de toda ciencia pero viejas como la vida misma, también es más que discutible, sobre todo teniendo en cuenta la ‘suerte’ de los equipos de algunos de los jugadores iniciados en tales prácticas. 

Austria y Suiza, los países organizadores, no pueden culpar al azar para justificar su eliminación en la primera ronda de la Eurocopa: desde el comienzo, era bien sabido que sus oportunidades (deportivamente hablando) eran bastante más baja que las de los demás. De todas formas, podrían haber tenido un golpe de suerte. Quizá esa era la intención de la Iglesia austriaca al asignar cura Christoph Pelczar como párroco oficial de la Eurocopa 2008, que actuaba como guía espiritual de los futbolistas que profesan la religión católica. A él han recurrido con asiduidad en busca de consuelo espiritual los futbolistas polacos, que buscaban la luz al fondo del túnel, sobre todo tras su eliminación ante los alemanes. 

Al parecer, el francés Franck Ribéry recurre a sus creencias para darse fuerza antes del partido: según dicen, cada vez que entra en el partido el jugador de los azules reza a Alá, ya que se convirtió al Islam en 2002. Costumbre que no le ha favorecido demasiado, ya que vuelve a casa lesionado y con su selección eliminada. También es frecuente ver persignarse a otros jugadores antes de entrar al campo, como el alemán Miroslav Klose o el croata Ivan Klasnic, afortunado, fútbol aparte, por ser el primer jugador en participar en una gran cita tras un trasplante de riñón. 

¡Maldito viernes 13!

Pues sí, ese día tan odiado por algunos (día de la mala suerte en casi toda Europa) puede continuar con su leyenda negra: todos los equipos que jugaron en la fatídica fecha están ya fuera de la competición, a pesar de que entre ellos se encontraban tres de los que partían como favoritos. Rumanía y Francia abandonaron la competición en la primera fase e Italia y Holanda, dos de las selecciones más prometedoras, sufrieron sendas derrotas en semifinales.

Tampoco los coqueteos con la superstición del italiano del Bayern de Múnich, Luca Toni, han dado el fruto esperado. Dada su mala racha goleadora en las fases previas de la Eurocopa, el modenés decidió dejarse un mostacho, en origen portador de la buena suerte, que debía propiciar una fructífera cosecha de goles. No fue así. Toni volvió a casa, tras perder en los penaltis contra España, con su marcador personal a cero y con un rostro libre de bigote, ya que prometió afeitárselo si no marcaba contra los españoles.

Adivina adivinanza

El seleccionador francés, Raymond Domenech, no parece tener la suerte de cara tras la desastrosa actuación de su selección en el Euro2008 a pesar de (según dicen) ser un gran aficionados a los juegos cabalísticos y la astrología. Comentan que el seleccionador convoca a sus jugadores dependiendo de la alineación estelar del día de su nacimiento y teniendo en cuenta la fecha del partido. A pesar de ello, él lo niega porque, según contestó a los periodistas en una rueda de prensa “ser supersticioso trae mala suerte”. 

Tampoco aquellos que intentaban ver el futuro han estado muy acertados. Los holandeses creían, en un 30%, que sería su selección la que se alzaría con la Copa de Naciones de Europa, motivados quizá por el buen papel que jugaron en los primeros partidos. El mito viviente del fútbol portugués, Eusebio, estuvo más acertado en sus declaraciones tras la victoria de la Seleçao ante República Checa al decir que “Portugal ahora puede soñar con el título de campeón de Europa”… Soñar es gratis. Quizá la pifia adivinatoria más flagrante sea la de la vidente francesa Elizabeth Teissier que aseguraba en su página web que los azules alcanzarían como mínimo las semifinales, dos días después de su eliminación. ¡Con un par!

San Cuartos

Mucho mejor les ha ido a los españoles, que consiguieron por fin traspasar la barrera psicológica de cuartos de final. Quizá haya intercedido en su favor San Cuartos, santo humorístico e imaginario con web propia, que ha recibido casi 40.000 velas de aficionados españoles que esperaban que este santo fuera el empujón definitivo que su selección necesitaba. Al parecer, ha funcionado. Luis Aragonés, el seleccionador español, también tiene sus manías y está un poco preocupado por el color de la camiseta que lució la selección en su partido contra Rusia: el dorado (casi casi amarillo, color de la mala suerte en España). Aunque al final, dado el 3-0 que los rojos infligieron a los rusos, vemos que no había de qué preocuparse.

Entre los alemanes, en lo que a supersticiones se refiere, destaca Mario Gómez, único jugador que no canta el himno alemán antes de cada partido. Esto no es debido a sus orígenes españoles, sino a una superstición que remonta a cuando formaba parte de la selección -15 alemana: según afirmó, marcó un gol en un partido en el que no cantó el Deutschlandlied, y desde entonces continúa con la tradición. Además, antes de cada partido, siempre usa el urinario situado más a la izquierda. 

Funcionen o no, pronto sabremos quién ha ganado. Quizá sea necesario ir a la misa especial organizada en la catedral de San Esteban en Viena para poner a los poderes sobrenaturales de nuestra parte. En todo caso, que gane el mejor, ya sea por méritos propios o por azar.