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España: adiós a las restricciones

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En España se abre sin polémicas el mercado laboral a los ciudadanos del Este mientras en otros países esta posibilidad alimenta la confrontación política.

El pasado 9 de Marzo José Luís Rodríguez Zapatero anunció durante el transcurso de la III cumbre hispano-polaca que España levantará desde este 1 de mayo las trabas a la circulación de los trabajadores procedentes del Este.

¿Por qué España levanta las restricciones justo ahora?

Desde 2003, la población inmigrante en España ha pasado de 1,6 a 3,7 millones de extranjeros, lo que representa un 8,5% de la población. Esto no quiere decir que en apenas 3 años España haya recibido 2 millones de inmigrantes, sino que a pesar de recibir un flujo constante, muchos de ellos ya estaban viviendo en el país de manera irregular. Tras varios procesos de regularizaciones masivas, el último de ellos finalizó en 2005, abarcando a 700.000 personas: menos del 50% de los irregulares presentes en el país, según Idoia Ikardo, responsable de asuntos jurídicos de ATIME Andalucía, la asociación de trabajadores inmigrantes marroquíes en España. El panorama era bien diferente hace apenas 2 años, entonces la mayoría de inmigrantes se hallaba en el país de forma irregular y hubiera sido injusto abrir el mercado laboral a millones de trabadores de los nuevos Estados miembro, dejando al margen a cientos de miles de trabajadores ya establecidos en el país. “Si esta medida se toma ahora”, dice Idoia Ikardo, “es también por criterios de control y para evitar el ‘efecto llamada’ que podría producir el permitir trabajar de golpe a todos los extranjeros”.

La tasa de desempleo en el país se mantiene en mínimos desconocidos en 25 años, en torno al 8,7% de la población, con grandes áreas como Madrid, Cataluña o las Islas Baleares donde se roza el pleno empleo. Estas áreas son a su vez los mayores focos de atracción para los inmigrantes. España ha generado el 70% del empleo creado en la UE durantes los últimos dos años. El número de trabajadores afiliados a la seguridad social a pasado de 12,5 millones en 1996 a 18,4 millones en marzo de 2006. Esta expansión del mercado laboral propiciada por una economía que se ha mantenido con tasas de crecimiento por encima del 3% durante los últimos años ha conseguido una rápida absorción del contingente inmigrante que ha recibido, pues su presencia no ha implicado una pérdida de empleos entre los nacionales.

Se necesita más mano de obra

Gran parte de los inmigrantes que ahora residen en España han venido a cubrir puestos de trabajo que requerían una baja cualificación laboral, principalmente en el sector servicios, en la construcción o en el campo, pero a pesar de su presencia en España se siguen quedando decenas de miles de empleos vacantes al año.

El país sigue necesitando trabajadores. “Interesa, además”, añade Idoia Ikardo, “incorporar a trabajadores a la Seguridad Social”, y una vez regularizados casi todos los irregulares la mejor opción posible pasa por levantar el veto sobre los trabajadores del este, trabajadores que, en palabras de un informe publicado por el gobierno británico tras sondear a la patronal, tienen “una fuerte ética del trabajo, están más motivados que los trabajadores locales, presentan menos absentismo, están dispuestos a trabajar más tiempo, son más productivos y se quedan más satisfechos con sus salarios”.

Modelo de inmigración

España ha pasado de ser un país de emigrantes a convertirse en el principal receptor de inmigrantes de la UE, y lo ha hecho sin un modelo claro, sin planificación, a golpe de regularizaciones masivas. Otorgarle a los trabajadores del Este los mismos derechos que al resto de los trabajadores de la UE15 supone un avance en este sentido, pero las vicisitudes que genera la inmigración (como el racismo y la xenofobia) requieren de soluciones más complejas, y una vez cerrado el “frente del este”, cabe recordar que los mayores flujos migratorios hacia el país se siguen produciendo desde Latinoamérica y desde el Norte de África; Marruecos y Ecuador con alrededor de medio millón de inmigrantes cada uno.

Así, el levantamiento del veto no parece una decisión arriesgada –“era previsible”, sostiene Idoia Ikardo”-. Los inmigrantes procedentes de los 10 nuevos Estados miembro no tienen mucho peso específico entre el total de inmigrantes presentes en el país; ninguna de ellas figura entre las 20 más numerosas, siendo la polaca la primera en aparecer en el ránking con menos de 40.000 nacionales.

El próximo 1 de mayo, cualquier ciudadano procedente de la UE ampliada que trabaje en España gozará de los mismos derechos que un trabajador español, al mismo tiempo el Ministerio de Interior estudia ampliar el presupuesto para mejorar el sistema de detección de pateras en el sur del país y en las islas Canarias y aumenta la altura de las verjas en la frontera de Melilla. ¿Serán las cámaras ultrasensibles de visión nocturna y la verjas más altas un modelo migratorio lo suficientemente adecuado?