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En Roma los okupas se convierten en inquilinos

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Sociedad

Resista una noche o medio siglo, toda casa okupa es temporal, precaria, efímera. Un destino al que sin embargo no se quieren resignar los miembros de la cooperativa Vivere 2000, en Roma, dispuestos a pelear por permanecer en forma de inquilinos. ¿Cómo? A través de la "autorrecuperación".

Unos okupas identifican un inmueble público abandonado, lo ocupan y se constituyen en cooperativa de habitantes. El Ayuntamiento firma una convención y participa con ellos en la rehabilitación del inmueble. El edificio es integrado en el programa de VPO (Viviendas de protección oficial) y los okupas se convierten en inquilinos legítimos. Estas son las tres etapas del procedimiento de “autorrecuperación” tal y como han sido concebidas por la cooperativa italiana Vivere 2000. Desde 1987, esta cooperativa administra un inmueble colectivo en un antiguo convento de la Plaza Sonnino, en Roma.

En principio, una casa okupa fuera de lo común

Vivere 2000 nació tras la ocupación de un convento en Trastevere en 1989Todo comenzó el 14 de julio de 1989, cuando 200 personas sin hogar ocuparon este convento abandonado en el corazón del barrio del Trastevere. Una toma simbólica para reivindicar los derechos de las personas de baja cuna (desde entonces confinados en suburbios) a vivir en el centro histórico de la capital. Algunos meses después de esta operación, Renato Rizzo, miembro de la sede local de la asociación Unione Inquilini (Unión de inquilinos), reúne en torno a la cooperativa Vivere 2000 doce familias deseosas de permanecer allí. Se trata de solteros con medios precarios, vagabundos o personas mayores. “En aquella época, eran los excluidos del sistema de VPO, reservado a familias pobres y numerosas”, recuerda Salvatore Di Cesare.

Luz verde a la "Autorrecuperación"

Los esfuerzos llevados a cabo por este militante de 59 años y por los miembros de Vivere 2000 dieron como fruto una ley sobre la Autorrecuperación de inmuebles públicos abandonados, votada en 1998 por el Consejo Regional. “A las cooperativas de personas sin hogar se les confía la recuperación de los inmuebles de propiedad pública que están en estado de abandono”, explica Salvatore Bonadonna, participante en la redacción de la ley, que ha permitido abrir 11 canteras de este tipo en 2005 para la creación de 182 viviendas. Dado que forman parte del programa VPO de la ciudad, los ocupantes no podrán comprarlas y transmitirlas a sus familias. Cada unidad vacante será reasignada por el Ayuntamiento según una lista de espera. “Al final, con los costes incluidos, parece que en Roma la diferencia entre la Autorrecuperación y la rehabilitación clásica ronda un millón de euros para la creación de ciento cincuenta domicilios. Lo que corresponde a un ahorro de un 10%”, escribe Jean-Victor Michel, ingeniero en prácticas del ENTPE (Escuela nacional de Obras Públicas del Estado) de Lyon, en el libro de Yann MauryMéthodes pratiques et formes d’un autre habitat populaire ("Métodos prácticos y formas de otro hábitat popular") (editorial Bruylant).

Vivere 2000, veinte años después

Hoy, trece familias viven en el inmueble de la plaza Sonnino. Con canas e hijos. Pero la batalla no ha terminado: “Desde que el Ayuntamiento de Roma pasó a manos de la derecha en 2008, los intercambios con la administración han terminado”. Responsable de reformar la apariencia del edificio y las partes comunes, Salvatore no ha completado el revoque de las paredes de los pasillos. “Peor, todavía no hemos firmado el contrato como inquilinos”. El inmueble propiedad del Ayuntamiento debería de ser alquilado a la cooperativa para que los ocupantes puedan adquirir el estatus de inquilinos.

Autorrecuperación: un balance a media tinta

La ley de autorrecuperación votada en 1998 no cumplió todas las ambiciones, pero tiene el mérito de abrir una brecha en la cuestión de la viviendaUn destino lleno de obstáculos que comparten los otros once edificios en la misma situación. Escuelas, cuarteles, inmuebles públicos... Hoy en día están ocupados al 90%. La "autorrecuperación" finalmente no se ha abierto camino. “La administración de centro-izquierda se ha limitado a regularizar los proyectos que ya habían comenzado y no ha ofertado ninguno más”, lamenta Salvatore di Cesare. En cuanto a la nueva administración, ésta se ha limitado a suprimir los proyectos de autorrecuperación iniciados en 2005. Mientras tanto, hasta el Consejo Regional se ha hecho de derechas. Pero por sorprendente que pueda parecer, Teodoro Buontempo, teniente de alcaldía de vivienda (y militante histórico de la ultra derecha italiana) se declara favorable a la autorrecuperación… Siempre y cuando se lleve a cabo bajo ciertas condiciones: “Por cuestión de igualdad, no se pueden avalar las ocupaciones abusivas abriendo lugares de autorrecuperación. Si no, aquellos que ocupan tendrían su alojamiento antes que aquellos que esperan pacientemente en las listas de espera. Es necesario sobre todo evitar una guerra entre pobres”. Una posición que no convence a Salvatore Di Cesare para el que, sin ocupación, no habría medio de abrir los ojos de los políticos locales sobre la problemática de la vivienda. Para él, la situación actual está todavía lejos del éxito: “Hoy tenemos una quincena de ocupaciones en la ciudad. Pero se trata de soluciones transitorias, una antesala entre la calle y la VPO. Porque detrás no hay proyectos de recuperación ni para mantener las viviendas”. Enfrentado a intereses privados y especulativos, constata con amargura: “Hemos luchado veinte años para probas que se podían hacer VPO en el centro de la ciudad, pero finalmente nuestra experiencia se queda aislada…”.

Foto: Portada : (cc)vanz/flickr; Trastevere: (cc)Taras Bulba/flickr; Roma en colores cálidos: (cc)_Pek_ /flickr

Translated from A Rome, les squats se métamorphosent en logements sociaux