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El poder de los libros

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Torre de BabelCultura

Los libros son capaces de hacer viajar al lector, despertar emociones y sugerir imágenes. También de crear conflictos y llamar al orden. Arraigar una ideología o remplazarla. En definitiva, logran no dejar indiferente a quien se sumerge en su lectura y disfruta con ella. 

"Es empresa de los caballeros andantes, decía don Quijote, deshacer entuertos y socorrer y acudir a los miserables". Con estas palabras agradeció el escritor Juan Goytisolo esta semana el Premio Cervantes a toda su trayectoria literaria. Se refería así a una imagen que tenía presente: la del hidalgo "a lomos de Rocinante" y lanza en ristre contra la corruptela, el desalojo de los desahuciados o las verjas punzantes de Ceuta y Melilla.

Se trataba de una declaración de intenciones motivada por un libro que se ha convertido en el pilar de su obra: Don Quijote de la Mancha, de Cervantes. En su discurso durante el acto de entrega, el escritor citó en repetidas ocasiones al que considera como su "primer autor"; aquél que le marcó y con el que dio forma a un relato justiciero que se ha convertido en el abc de su pluma.

Goytisolo atestigua la capacidad que tienen los libros para evocar imágenes y despertar sentimientos. También para cambiar ideologías y creencias o enraizarlas en lo más profundo a través de la historia. Incluso para desatar guerras, conflictos y amenazas o apaciguarlas y dar tregua con unas líneas.

¿Quién no ha repetido en alguna ocasión aquello de espejito, espejito, quién es la más guapa? O ha hecho el amago de tirar una trenza por la ventana como Rapunzel y se ha acordado de Romeo y Julieta ante amores imposibles.

Los libros tienen incluso la capacidad de movilizar a cientos de personas en torno a festivales de superhéroes. En ellos, la gente se disfrazan y emula por un día a quienes salvan el mundo y "luchan a diario contra el mal". También reúnen a lectores con ganas de novedades en las ferias anuales y en las largas filas que se crean durante una firma de ejemplares.

Algunos autores permanecen en los anales de las célebres figuras como Cervantes, Shakespeare, Zola, Ibsen, Joyce, Hemingway, Lorca y una larga lista que daría para varios o muchos artículos. Otros son auténticas estrellas en la actualidad y algunos, en cambio, tienen que hacer frente a odios y persecuciones por lo que dejan impreso.

Los libros se prohíben, se censuran, se compran, se leen con avidez, se memorizan y ordenan en estanterías a través de pequeñas, grandes o inmensas bibliotecas. Tienen la capacidad de no dejar indiferente al lector, aunque sea para aburrirle o adormecerle, y en varias páginas hacerle viajar, reír o llorar. Y es que un buen libro es como tener una inmejorable compañía asegurada.