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El periodista Eduardo del Campo: “El optimismo como actitud, no como autoengaño”

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CulturaSociedad

Filólogo, periodista, enviado especial en Afganistán, Ruanda, India o Libia para El País o El Mundo. Pero si en algo es experto Eduardo del Campo es en tomarle el pulso al globo terráqueo. Aprovechamos la presentación de su nuevo libro para hablar sobre una crisis en la que “se repiten los problemas cíclicos por falta de solidaridad”.

Capital Sur es el nombre de su último trabajo, cuyo escenario principal es una Sevilla auténtica y polifónica. En esta obra, ambientada en 1994, recoge todas las caras de una capital desconocida por su celebridad folclórica y éxito turístico: la imagen de un boxeador apoyado por sus vecinos, el mundo interior de un antenista...historias auténticas que conocemos a través de Diego, el protagonista, un joven periodista que lucha por buscar su sitio y mostrar una realidad que no siempre tiene cabida en la prensa diaria.

cafebabel.com: ¿Cuáles son las diferencias fundamentales que has encontrado en tu relato entre Sevilla capital y otros centros urbanos de Europa y Estados Unidos?

Eduardo del Campo: Aquí, por el sol, se vive mucho en la calle, se vive a pie y hay, por su fisionomía urbana, mucha proximidad, mucha densidad humana. Pero, aparte de las diferencias culturales, urbanas o paisajísticas, creo que en el fondo todas las ciudades se parecen y cada vez más. Por ejemplo, en sus diferencias, a veces abismales, entre el centro y la periferia, donde viven los acomodados y los pobres. Dentro de una misma ciudad, sea Nueva York, Sevilla o Nápoles, tengo la sensación al recorrerla de que atravieso por mundos distintos, unas veces por la enriquecedora diversidad cultural de sus barrios, pero otras, por desgracia, por sus tremendas desigualdades sociales.

cafebabel.com ¿Consideras necesario un pesimismo realista para empezar a ser optimista? ¿Dónde se situaría el límite entre el pesimismo constructivo y el optimismo ingenuo?

Eduardo del Campo: Todos, creo, vemos la vida, la realidad, con optimismo o pesimismo según nuestro estado de ánimo, y pequeños incidentes pueden variar nuestra visión de las cosas y hacer que lo que ayer veíamos negro sea hoy del color de las rosas. Yo intento analizar la realidad desde varios puntos de vista para no llegar a conclusiones maniqueas y para así poder apreciar mejor los matices. Como periodista, suelo ver los aspectos más crudos y conflictivos de la vida, pero luego me digo que eso no es todo y que una visión sólo del lado negativo de la vida es tan sesgado como vivir en exclusiva su lado lujoso. El optimismo como actitud, no como autoengaño: las cosas son como son, pero vamos a intentar mejorarlas.

cafebabel.com. Haciendo un paralelismo crisis de 1994 y la de 2011, ¿en qué errores hemos vuelto a caer y en cuáles no? ¿Cuáles son las principales causas de la crisis económica/existencial de hoy?

Una visión sólo del lado negativo de la vida es tan sesgado como vivir en exclusiva su lado lujoso

Eduardo del Campo: De la crisis de mediados de los 90 nos olvidamos casi completamente en los años del “boom”. Es lógico, el ser humano y la sociedad tienden a disfrutar de la vida, del presente, de la bonanza y relega al olvido los malos recuerdos. Aprender, da la impresión de que aprendimos poco. La situación ahora es, materialmente, mucho mejor, porque en estos años España ha progresado de forma extraordinaria y no hay más que fijarse en el desarrollo de las infraestructuras; sin embargo, han pervivido, con fuerza renovada, la corrupción o la explotación laboral. Los jóvenes de hoy tienen tantas dificultades o más que los de hace quince años a la hora de encontrar trabajo, al igual que las familias para llegar a fin de mes. Eso sí, esta juventud está aún mejor formada y dispone de herramientas tecnológicas en torno a Internet que en 1993 no existían.  Creo que esta vez saldremos de la crisis hacia un estadio nuevo y, ahora sí, quizás, podremos superar el problema estructural de paro de España, siempre que desterremos la picaresca, la evasión de impuestos, la economía sumergida, el abuso, la comodidad, la mentalidad de nuevo rico y distribuyamos mejor la riqueza y el trabajo. La principal causa de esta crisis es, en esencia, la frustración de no poder encontrar tu sitio en tu mundo, en tu sociedad.

Lee la entrevista completa a Eduardo del Campo en el blog de cafebabel Sevilla

Foto: portada, © Fernando Ruso.