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El Loop: El universo de un 'hackerspace' en París

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Translation by:

Virginia Morilla

Lifestyle

En un espacio okupa convencional en el corazón de París, los hackers del Loop reajustan las tecnologías para desafiar los campos de lo posible e imposible, de manera creativa y voluntaria. Los hackerspaces son lugares divertidos, donde se bebe cerveza (artesanal) y no se lleva corbata.

Detrás de una señal  que dice "Zona experimental", hay unas escaleras exteriores que se pierden hacia un sótano y es allí donde se encuentra el Loop (Laboratoire ouvert ou pas), una instalación hackerspace en el decimosegundo distrito de París. Al bajar, hay una jaula de pájaros que cuelga sobre la cabeza de los visitantes. Los hackers han cambiado las palomas blancas por ratones de ordenador, probablemente porque esto simboliza mejor la libertad para ellos.

"Un lugar libre, en el que todo el mundo se puede adaptar"

Las unidades centrales están apiladas las unas sobre las otras, los cables desordenados, los hierros soldados; es especialmente complicado definir lo que es un hackerspace. "Es ahí donde hacemos bricolaje", resume Nar, uno de los chicos del Loop. Ese día, las personas asiduas están ocupadas organizando la tarde del fin de semana con la "Gare XP", el colectivo de artistas orientados al punk, que están instalados justo al lado. "¿Os han entregado muchos barriles de cerveza? ¿Cómo lo haréis para las entradas? ¿Por sistema de pulseras?". Pregunta un tipo de pelos largos.

Antes de que llegue la noche la gente del Loop tendrá que encontrar una solución, pero aunque hay bastante ajetreo, se las arreglarán. Ya sea detecta la falta de agua en el inodoro por medio de detectores láser o confeccionar una impresora 3D desde cero, estos chicos son capaces de todo. "El cielo es el límite", advierte Tom, el fundador de Loop. Este es el principio mismo del hackerspace. "Es un lugar donde se junta gente que se interesa por las tecnologías, nuevas o no, y que entre ellos cambian y miran qué es lo que pueden hacer juntos. Es un lugar libre donde todo el mundo tiene un sitio", explica el hacker. Para definirse, la gente de Loop cita el glosario especializado en el argot de los hackers "Jargon File": Un hacker es aquel al que le gusta el desafío intelectual de superar obstáculos de forma creativa o eludir sus limitaciones.

El Loop es eso que la gente quiere hacer. "No es una obligación: A nadie se le obliga a hacer nada por norma. Vienes para hacer lo que deseas", cuenta Tom. El resultado son actividades informales y desorganizadas, pero de cuya energía siempre acaban surgiendo cosas útiles o absolutamente inútiles, como festivales improvisados o "cryptoparties". Se trata de los encuentros donde los novatos aprenden de los hackers las bases de la criptografía, a encriptar los correos electrónicos o incluso a explorar la vía oscura de la Red Tor, una red mundial descentralizada paralela a la Web que garantiza el anonimato. En este momento, los cursos de criptografía que se hacen en Loop los da un invitado especial de una universidad griega, Nadim Kobeissi. Con su aspecto de adolescente, este joven ya ha inventado el Crytocat, un servicio en línea para proteger los debates que fue especialmente utilizado para sortear la censura durante la primavera árabe.

"Si metiésemos la pata, los tipos de allí podrían ser atrapados"

Detrás de sus pantallas, los hackers han customizado su PC con stickers de "Tor", "Keep your eyes open" ("Mantén los ojos abiertos") o también sobre "la cuadratura de la Red", una asociación que defiende los derechos y libertades de los ciudadanos sobre Internet. Además de eso, Loop es un lugar comprometido, aunque los hackers del lugar exhiban la figura del antihéroe. Algunos se relacionan con Telecomix, un grupo internacional de hackers comprometidos con la libertad de expresión. "Telecomix no es una reagrupación de 10.000 hackers encapuchados. No, ellos son tipos de los que se dice que técnicamente 'pueden desviar la censura", resta importancia Tom.

El grupo comenzó a conocerse por el desvío de tráfico de Internet que venía de Siria y que ayudaba a los internautas contra los riesgos de ser vigilados. El hacker cuenta que la idea apareció a propósito de la revolución en Egipto. "Es increíble que un dictador diga: ¡Es suficiente, dominaré la opinión publica y cortaré Internet! Entonces, aparecen cuatro griegos que gastan 20 balas para tener un servidor y que Internet funcione a través de ellos. Todo es improvisado", cuenta Tom. Sin embargo, el hacker añade a modo de aviso: Estar comprometido conlleva responsabilidades.

"Si metiésemos la pata, los tipos allí podrían ser atrapados. Si hay alguien de quien no tenemos noticias, eso es preocupante. A veces, se dice que técnicamente podríamos arreglar las cosas, pero no lo vamos a hacer, porque sería poner la mano en el fuego y eso es peligroso. Por tanto estamos involucrados, sí, pero dentro de nuestras posibilidades", matiza. Es difícil de saber quien en Loop se aventura en el "hacktivismo" y en qué medida. "Hay cosas que yo hago, sin embargo no puedo hablar por todos", atestigua Tom.

"Hace falta darse cuenta de que Apple nos miente"

El Loop ocupa actualmente el subsuelo del Jardin d'Alice, un colectivo de artistas medioambientales que les permitieron usar esta zona okupada. Algunos hackers aprovechan la terraza para desnudar sus torsos y tomar el sol, al mismo tiempo que escriben sobre el teclado. Para Tom, que ya se ha trasladado al laboratorio una decena de veces, el mismo concepto de okupa se integra la filosofía del Loop. "Puedes apretar tornillos en los muros, cosa que no tienes derecho a hacer en tu casa o en tu universidad. Aquí al contrario, hace falta y se hace. Si no sería una pena. No buscamos acumular materiales para invertir, sabemos que estamos constatemente en movimiento", dice.

El hackerspace aconseja la doctrina del DIY "Do It Yourself" (Hazlo tú mismo). En el Loop se desmitifican todos los objetos y herramientas que nos rodean. El lugar incita a crear cosas que necesitas antes que correr a los supermercados. Si se llegaran a perder los cuadernos electrónicos y la tecnología de tercera clase, Internet y la gente del Loop estarían ahí para proporcionar y repartir sus conocimientos.

El concepto de hackerspace no es nuevo. En los años 70 y 80, el "Homebrew Computer Club", en Silicon Valley, era de aficionados y apasionados de la informática que acudían a intercambiar sus ideas, sus experiencias y sus innovaciones. Entre ellos, Steve Jobs y Steve Wozniak crearon Apple I. Por tanto, este es más el ambiente y la energía creativa de estos lugares que el comercial y multinacional americano.

"Hace falta darse cuenta que Apple nos miente y que no son necesarios científicos de perfil súper elevado no laboratorios de locos con fondos imposibles para hacer cosas. No te preocupues, el Ipad te lo podemos hacer con reciclaje. Es necesario parar el engaño de la informática. Así de clara y simple es la lógica. Ahora, con el marketing de cara es terrible, todo el mundo cree que Apple es magnífico", se lamenta.

Hay otra cosa que molesta a Tom es eso de que el universo del Loop sea llevado al mundo corporativo. "Hay start-ups que vienen aquí para recrutar. Si quisiésemos hacer pasta no vendríamos al Loop", resuelve. Pronto, el hackerspace podría trasladar de nuevo sus aparatos electrónicos y teclados para encontrar otro espacio okupa. Para saber más sobre Loop, sigue su página web Leloop.org.

Translated from In The Loop : Dans l'univers d'un hackerspace à Paris