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Disturbios y otras reacciones en Montenegro y Macedonia tras reconocer a Kosovo

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Mientras más de 400.000 albaneses lo celebraban en Macedonia, los 15.000 miembros de esta etnia en Montenegro preferían pasar desapercibidos después de que sus países reconocieran la independencia de Kosovo

El 9 de octubre, Montenegro y Macedonia echaron más leña al fuelgo balcánico al convirtierse en los Estados número 49 y 50 en reconocer a Kosovo, que declaró la independencia unilateral el 17 de febrero. Bosnia Herzegovina serán probablemente los próximos. Quizás también lo hagan pronto Rumanía y Grecia, dos de los cinco Estados miembro de la Unión Europea que todavía no reconocen a la antigua provincia serbia. Pero hay sentimientos encontrados a su alrededor. Los macedonios tienen miedo de esta nueva situación, invadidos por el recuerdo fresco de la guerra de Kosovo en 2001, que también se convirtió en una guerra en su propio país.

Montenegro, al borde de una crisis interna

Mientras tanto, Montenegro está al borde de una crisis interna. Los políticos de la oposición anunciaron protestas que, dijeron, serían pacíficas. Sin embargo, 34 personas fueron heridas en una revuelta el 13 de octubre y los serbios mostraron su enojo. Andrija Mandil, líder del partido de los serbios, animó a la gente a salir a las calles: “Montenegro nunca ha sido deshonrada como ahora. Desde la primera vez que conformamos un Estado (el cual terminó en 1918), nunca causamos algún problema a nuestros hermanos. Esta decisión no es legal, no tiene el apoyo de la mayoría, y usaremos cualquier medio para luchar contra ella”.

Reacción: Montenegro

(Nictalopen/flickr)Dos años después de independizarse de Serbia, Montenegro está en una posición que nadie creyó que alcanzaría en mayo de 2006, cuando se llevó a cabo el referéndum para la separación del Estado. Creado como un país federal después de la Segunda Guerra Mundial, los dos tienen fuertes lazos culturales, económicos e históricos, y cerca de la mitad de la población aún se considera parte de Serbia. Así, el reconocimiento de Kosovo en octubre es visto como una “puñalada por la espalda” a Serbia. Esa es incluso, la imagen en un diario kosovar, la cual causó una ira adicional en Podgorica, la capital de este pequeño Estado adriático de solo 650.000 habitantes.

De acuerdo con la voz popular, Montenegro nunca debería haber reconocido a Kosovo. Los sondeos muestran que el 85% no apoyó la decisión y que la numerosa comunidad serbia se sintió ultrajada.

La decisión de iniciar relaciones con Kosovo vino justo un día después de que los representantes montenegrinos apoyaran a Serbia en una petición de las Naciones Unidas a la Corte Internacional de Justicia en la Haya, la cual está evaluando legalmente la decisión de independencia de Kosovo. “Tuvimos que hacerlo”, dijo el ministro de relaciones exteriores Milan Rocen, tras de que la sesión de gobierno le tendiera la mano a los albaneses. “Serbia lo entenderá. Esto no es contra ellos, contribuirá a acelerar nuestra integración en la Unión Europea y en la OTAN. De otro modo, podría causarnos algunos problemas”, dijo Rocen.

Reacción: Macedonia

(Imagen: Embajada americana, Skopje/flickr)Todo el proceso de reconocimiento de la independencia comenzó cuando los miembros albaneses del parlamento macedonio promovieron una declaración a favor de Kosovo. “Entiendo que esto cause emociones negativas en algunos ciudadanos”, enfatizó el Primer Ministro conservador Nikola Gruevski el 11 de octubre. “Estamos trabajando contra nosotros mismos”, se queja un ciudadano. “¿Quién garantizará que si nosotros aceptamos la independencia unilateral de Kosovo, no pasará lo mismo con la parte occidental de Macedonia, donde la mayor parte de la población es albanesa?”

Este era un movimiento que la población albanesa de Macedonia estaba esperando. Una pequeña parte de los macedonios también están aceptando la nueva realidad. “Un Kosovo independiente es la única forma de asegurar estabilidad y paz en la región. Si Kosovo es el precio, entonces tendremos que pagarlo”. Otros se preguntan todavía cuál será el precio de tales acciones: ¿Tendremos que perder a todos nuestros amigos y destruir todas las buenas relaciones con nuestros vecinos para mantener la paz interna? ¿Cómo nos sentiríamos si alguien de algún modo quisiera tomar parte de Macedonia? Eso le pasó a nuestro vecino.

Y ahora…

Djordije Blazic, profesor montenegrino de Derecho, dice que la decisión del gobierno fue “en contra de la constitución y del Derecho internacional”. Eso en realidad no impacta demasiado. Incluso la UE se ha saltado este punto. “Antes de postularse como candidato a ingresar a la UE, Montenegro necesita mejorar las capacidades administrativas, la lucha contra la corrupción, eliminar las conexiones de los altos políticos con el crimen, controlar las inversiones rusas que están inundando el país y conseguir la independencia judicial”, pedían desde Bruselas. Por ahora solo parecen listos para aceptar la candidatura de Montenegro antes de fin de año.

A dónde irá a partir de aquí, nadie lo sabe. Kosovo fue sujeto de grandes conflictos en 1989. El actual líder de Montenegro llegó al poder en un régimen apoyado por Belgrado. Son pocos los que hoy creen que se podría llegar a lo mismo. Incluso, son pocos los que saben que la parte occidental de Kosovo, conocida como Metohija, fue territorio de Montenegro desde 1918 hasta 1941. Una imagen lo recuerda: el auto lleno de manifestantes con la bandera de Serbia, dirigiéndose hacia el sol, desapareciendo de la vista. “Kosovo siempre será Serbia”, resuena el eco de sus gritos en la distancia.

Translated from Riots, reactions in Montenegro and Macedonia after recognising Kosovo