Después de Libia, la ONU desenfunda en Costa de Marfil
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Los cascos azules y Francia ayudan a las tropas del presidente marfileño reconocido internacionalmente, Alassane Ouattara, a arrebatar el poder al presidente considerado ilegítimo, Laurent Gbagbo, encerrado en un búnker protegido por sus tropas y ya en pleno asedio. Complicado.
Los periódicos europeos destacan sin embargo la nueva energía militar desplegada por Naciones Unidas, que ya salió a flote en Libia. Resumen de prensa.
Der Standard, Austria: Tras Libia y Costa de Marfil, ONU derrocha testosterona
Con Libia y Costa de Marfil, la ONU ya se ha decantado muy rápidamente en dos ocasiones por la intervención militar, lo que según el diario liberal de izquierda Der Standard representa un punto de inflexión en el modo de garantizar la paz de las Naciones Unidas: "Ahora, la ONU actúa militarmente en serio. Esto es nuevo (...) . La misión en Libia le ha brindado un sólido argumento para intervenir con mayor dureza. Si se protege a la población civil del norte de África militarmente, no se puede mirar hacia otra parte cuando en el oeste de África o en otro lugar existe un mandato a hacerlo. El hecho de que aún no esté resuelto el conflicto básico (qué intervención está justificada y cuándo se trata de una injerencia inaceptable en asuntos internos), pone de manifiesto las fuertes críticas de algunos países, especialmente de la escéptica Rusia. En todo caso, se puede poner en duda que el organismo mundial vaya a convertirse en policía mundial. Pese a ello, los ejemplos de Libia y Costa de Marfil, con todas sus diferencias, ilustran las condiciones en que existen posibilidades de hacer cumplir la protección de los civiles en el futuro." Artículo del 06/04/2011.
Die Welt, Alemania: Hay que evitar nuevas Ruandas
Moscú ha criticado duramente la intervención de la misión de la ONU en Costa de Marfil contra las tropas del presidente Laurent Gbagbo, aferrado al poder pese a su derrota electoral. Según Rusia, las fuerzas de paz han violado su mandato de neutralidad e imparcialidad. El periódico conservador Die Welt considera que el reproche carece de fundamento: "Los cascos azules deben entre otras cosas evitar los enfrentamientos y proteger a los civiles y los derechos humanos. Incluso el apoyo de Francia está recogido en la resolución. (...) ¿Cómo puede la ONU mantenerse fuera de un conflicto entre un presidente electo, reconocido internacionalmente, y un dictador violento y desatado sin legitimación? ¿Qué podría perjudicar más a la ONU en cuanto mediador neutral que dañar su renombre en el ámbito de la protección de civiles? [El secretario general de la ONU] Ban Ki-moon no debe haberse visto solamente estimulado por la resuelta intervención de la comunidad internacional en Libia, sino que se habrá acordado dolorosamente de la pasividad de la ONU en las matanzas masivas de Srebrenica y Ruanda." Artículo del 06/04/2011.
De Volkskrant, Holanda: Un intervención interesada y dura, pero necesaria
La movilización de las fuerzas francesas y de la ONU en torno a la lucha por el poder en Costa de Marfil carecía de alternativa, cree el periódico De Volkskrant: "Igual que en Libia, se plantea la pregunta de si la comunidad internacional no está interviniendo en realidad a favor de un bando con la excusa de proteger a los civiles. La respuesta es 'sí'. Pero luego hay que plantear nuevas preguntas: ¿cuál es el problema? ¿Existe otra alternativa? Gbagbo es un presidente ilegítimo y debe desaparecer de la escena si es que se quiere lograr siquiera alguna perspectiva para alcanzar una situación de paz en Costa de Marfil. (...) No queda nada más que dejar que la antigua potencia colonial francesa haga lo mejor que pueda en la situación. O siquiera lo menos malo. Pues en vistas de los crímenes que evidentemente han cometido las tropas de Ouattara en la conquista de la pequeña ciudad occidental de Dvékové, nadie puede hacerse grandes ilusiones para la época posterior al traspaso de poder." Artículo del 06/04/2011.
Expressen, Suecia: La inestabilidad marfileña se puede contagiar a países vecinos
El periódico sensacionalista Expressen teme que el vencedor de las elecciones presidenciales de Costa de Marfil, Alassane Ouatara, no logre estabilizar realmente la región: "Lamentablemente es imposible pensar que Alassane Ouattara vaya a arreglarlo todo como el libertador de Costa de Marfil. Los conflictos de África occidental tienen la tendencia a expandirse más allá de sus fronteras. Liberia, donde la última guerra civil llegó a su fin en 2003, resulta particularmente sensible. (...) Cuantos más simpatizantes de ambos bandos huyan, el riesgo de que se exporte la dinámica del conflicto será mayor. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS) es consciente del riesgo para la región, pero hasta ahora no ha podido intervenir. Particularmente sospechoso es el hecho de que Ghana, la superpotencia tradicional de África occidental en cuanto a democracia, haya bloqueado hasta ahora una intervención debido a ocultos intereses económicos." Artículo del 06/04/2011.
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