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Derechos de los homosexuales en lituania: 'un paso adelante, dos atrás' (2º pARTE)

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Sociedad

La lucha con­tra la ho­mo­fo­bia en Li­tua­nia tiene aún un largo ca­mino que re­co­rrer. Po­lí­ti­cos, me­dios de co­mu­ni­ca­ción e igle­sia obs­ta­cu­li­zan la acep­ta­ción so­cial, mien­tras la UE no pa­re­ce estar en con­di­cio­nes de cam­biar la si­tua­ción. Segunda parte del re­por­ta­je.

En un país donde el 80% de la gente se de­cla­ra ca­tó­li­ca, la in­fluen­cia de la igle­sia es con­si­de­ra­ble sobre la con­di­ción de los ho­mo­se­xua­les en Li­tua­nia. "El año pa­sa­do la Igle­sia llamó a las fa­cul­ta­des de me­di­ci­na en dos oca­sio­nes para parar las lecciones sobre la FIV (fe­cun­da­ción in vitro) y del abor­to", según Ma­ri­ja Pa­vi­lio­nie­né, pro­fe­so­ra y fe­mi­nis­ta. Ade­más, re­pre­sen­tan­tes de la igle­sia se reúnen re­gu­lar­men­te en la tri­bu­na del Par­la­men­to para unir­se a las dis­cu­sio­nes éti­cas. "Desde las elec­cio­nes de 2008 al­gu­nas igle­sias han pe­ga­do car­te­les en sus muros con una lista negra de hom­bres y mu­je­res po­lí­ti­cos a los que no hay que votar. Por su­pues­to mi nom­bre fi­gu­ra­ba en la lista" añade Pa­vi­lio­nie­né. "Es del todo ile­gal ¡Es un país donde la se­pa­ra­ción entre la igle­sia y el Es­ta­do exis­te!

prin­ci­pio de no dis­cri­mi­na­ción

Hay que se­ña­lar que los me­dios de co­mu­ni­ca­ción no hacen avan­zar las cosas. Casi todos son abier­ta­men­te an­ti­gays. "In­clu­so se bur­lan de la ho­mo­se­xua­li­dad y em­plean un tono vul­gar", dice Pa­vi­lio­nie­né. "Esto les per­mi­te cap­tar lec­to­res", añade. Una ac­ti­tud que se con­fir­ma por Min­dau­gas Ja­cke­vičius, pe­rio­dis­ta de la web de in­for­ma­ción Delfi. Según explica, "lo que ha­blan los me­dios de co­mu­ni­ca­ción sobre los ho­mo­se­xua­les está aba­rro­ta­da de es­te­reo­ti­pos y de ame­na­zas ima­gi­na­rias como que re­pre­sen­tan un pe­li­gro para los va­lo­res de la fa­mi­lia tra­di­cio­nal". Tam­bién los va­que­ros de Gražulis (en la pri­me­ra parte del re­por­ta­je) han sido bien re­ci­bi­dos por los me­dios de co­mu­ni­ca­ción. Solo Delfi con­de­nó su gesto, des­ta­can­do que Gražulis re­pre­sen­ta­ba "una vergüenza para Li­tua­nia", cuen­ta Ja­cke­vičius. Si­mon­ko re­cuer­da que "Li­tua­nia está cerca de Rusia. Allí exis­te una ver­da­de­ra his­te­ria en re­la­ción con la ho­mo­se­xua­li­dad. En Li­tua­nia cap­ta­mos tam­bién mu­chos ca­na­les rusos, es una len­gua ha­bi­tual aquí. De hecho es­cu­cha­mos muy pocas voces po­si­ti­vas", se la­men­ta. 

¿Qué puede hacer Eu­ro­pa por Li­tua­nia, país miem­bro de la UE desde 2004? El prin­ci­pio de no dis­cri­mi­na­ción es un ele­men­to im­por­tan­te de la le­gis­la­ción eu­ro­pea. El Tra­ta­do Eu­ro­peo así como la Carta de los De­re­chos Fun­da­men­ta­les de la Unión Eu­ro­pea re­cha­zan la dis­cri­mi­na­ción por ra­zo­nes de orien­ta­ción se­xual. Pese a esto, los de­re­chos de los ho­mo­se­xua­les no pa­re­cen ir por buen ca­mino.

En este con­tex­to, el mi­li­tan­te Juris La­vri­kovs es­ti­ma que la UE está "ciega" fren­te a la ho­mo­fo­bia en Li­tua­nia. En una tri­bu­na pu­bli­ca­da en el EUob­ser­ver, se la­men­ta de que la UE no dis­po­ne ni de ins­tru­men­tos le­ga­les para lla­mar al orden en los paí­ses con­cer­nien­tes, ni una es­tra­te­gia real para los Es­ta­dos miem­bros, mien­tras que una es­tra­te­gia de este tipo exis­te per­fec­ta­men­te otros paí­ses. Si­mon­ko tam­bién lo la­men­ta: "tuve una en­tre­vis­ta con Vi­via­ne Re­ding (la Co­mi­sa­ria eu­ro­pea de Jus­ti­cia y Ciu­da­da­nía) hace dos años. Me pro­me­tió se­guir de cerca la si­tua­ción en Li­tua­nia, pero no ha to­ma­do car­tas en el asun­to." En la cum­bre eu­ro­pea por la Aso­cia­ción Orien­tal, que tuvo lugar a final de no­viem­bre en Vil­nius, la UE ejer­ció, bajo la pre­si­den­cia li­tua­na, pre­sio­nes sobre Ucra­nia con el fin de com­ba­tir la dis­cri­mi­na­ción de las que eran ob­je­to los ho­mo­se­xua­les del país. Sin em­bar­go, la si­tua­ción en Li­tua­nia no es ni un poco mejor.

LA AC­TI­TUD De Lituania ES "hI­PÓ­CRI­TA"

Fue en oc­tu­bre de 2013 cuan­do el go­bierno re­nun­ció a re­sis­tir­se a la di­rec­ti­va anti dis­cri­mi­na­ción de la UE  que data de 2008 y que com­ple­ta la le­gis­la­ción apli­ca­da. Estos tres úl­ti­mos años, Li­tua­nia se ha opues­to, pero te­nien­do en cuen­ta la pre­si­den­cia de la UE, el país di­fi­cil­men­te podía man­te­ner esta po­si­ción. "Es hi­po­cre­sía", es­ti­ma Si­mon­ko. Y Gražulis ¿qué pien­sa? Para él la UE es la fuen­te del mal: es la unión la que "nos dicta la ho­mo­se­xua­li­dad" y la que "roba el alma de nues­tra gente. La UE aca­ba­rá hun­dién­do­se por esto, es solo cues­tión de tiem­po".

LEER LA PRI­ME­RA PARTE DEl RE­POR­TA­JE AQUÍ.  

Declaraciones re­co­gi­das por Ju­dith Sin­ni­ge

Translated from Les Gays en lituanie : « un pas en avant, deux en arrière » (partie 2)