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Cost of life day en París

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La Parisienne de cafébabel

Dentro de la operación Cost of life day lanzado por los City Blogs de Babel, diversas secciones locales se prestarán a jugar este juego como se ha propuesto: se trata de comparar el precio de una salida más o menos de tipo clásico en diferentes países de Europa, incluyendo una sesión de cine, un bocadillo (sea un kebab, o algo de comida rápida…) y una copa en un bar.

Después añadiremos el precio del billete de transporte público para comparar. Después de Babel Stockholm, le llega el turno a La Parisienne de Café Babel. Vamos a ver que nos dice la comparación:

Una salida al cine en París, una noche de octubre

¡Allá vamos !

Como vamos a ser dos para este experimento, una buena amiga mía y yo, hemos pensado en ir a un multicines en Bercy, en la parte este de la ciudad, para ver la proyección de la última película de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, que hemos elegido tanto por ganas de verlo como para facilitar la comparación con los otros blogs europeos (una película francesa probablemente no se habría podido encontrar en el extranjero).  Como ninguno de los dos vivimos en ese barrio, primero decidimos ir a comer algo antes de que empiece la película. Elegimos el McDonalds de debajo de nuestra casa; una elección muy original, claro… pedimos dos menús Big Mac de tamaño normal, que cuestan 5,70€ cada uno. Puesto que es lo mismo que habían elegido nuestros amigos suecos, ¡no puede ser más que beneficioso para la encuesta!  Una vez que estamos llenos hasta arriba (hace falta decirlo rápido…) nos vamos al cine. 

Así que ahora nos toca cruzar París con el transporte público. Basta con comprar un billete sencillo de metro, para la zona 1 que nos lleva a nuestro destino. El coste es de 3,20€ para cada uno, ida y vuelta. Después de más o menos 20 minutos de trayecto bajo tierra nos encontramos en la estación de Cour Saint-Emilion, a dos pasos del cine.

Después de una espera razonable en la cola de las taquillas, compramos la entrada por el precio normal, sin descuento, nos cuesta 9,90€ (sólo anotar que en este cine los precios son fijos para todas las películas). Nos instalamos por fin para ver la película que, todo sea dicho, se trata de un romance gracioso y simpático a cuatro bandas con escena en Cataluña. Es Woody Allen sin sorpresas pero sabroso. Se termina la sesión y sólo falta ir a un bar de los alrededores para tomarnos una cerveza y hablar un poco de la película y todo lo demás.

Caminamos hacia un bar que ya conocemos, el Frog, donde pedimos cada uno una pinta de cerveza de la casa, blanca para mi amiga y rubia para mí. Cada una cuesta 6,50€, lo que es, confesémoslo, relativamente más barato que en la mayoría de bares parisinos, donde uno está listo a que le levanten unos siete u ocho euros por el mismo vaso. En fin, después de una tarde de lo más divertida, decidimos volver a casa, de nuevo en metro.  No nos queda nada más que hacer las cuentas.

Resúmen financiero de un viernes noche corriente

¡Resumámos!

El menú Big Mac a 5,70,, los dos billetes de metro a 1,60€ cada uno, la entrada del cine a 9.90€, una pinta de cerveza a 6,50€ : nos hemos gastado 25,30€ cada uno de nosotros, es decir, un poco más de 50€ en total. Una cuenta un poco imponente, cierto, pero ¿es acaso más caro que en otros sitios? Lo vamos a comprobar gracias a los artículos de los diferentes blogs babelianos. En cualquier caso, por lo poco que he podido leer por el momento, no hay gran diferencia. Sólo como ejemplo, Estocolmo-París, por el mismo asunto, un coste final muy parecido.

Al final, este estudio ha sido bastante agradable de hacer, pienso que hay cosas mucho peores que pasar una tarde en el cine y luego en un bar con una cerveza delante. Será interesante ver los resultados que salen de los diferentes blogs cuando haya más artículos sobre el tema, dos son de momento pocos. Entonces veremos en qué ciudad o país cuesta más una salida como esta.  Es cierto que basar el coste general de la vida en tres o cuatro productos materiales o culturales no es completamente revelador, pero puede permitirnos ver si económicamente somos más o menos iguales ante los precios de ocio tanto en un sitio como en el otro. Continuará…

Matthieu Mollicone

trad. : Patricia González Bermúdez