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Branco Stoysin: todos pueden ser autodidactas

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BrunchSociedad

El guitarrista autodidacta de origen yugoslavo Branco Stoysin ha visto su sueño realizado en Londres. Su música celebra el sol y los Balcanes a través de canciones folk y jazz.

“Nací en Novi Sad. Crecí muy deprisa, a los 10 años ya medía 1,80 metros. Ahora vivo en Londres”, exclama Branco Stoysin a modo de introducción. Con su melena larga, su barba recortada y sus labios finos, mi interlocutor es lo que se dice un hombretón. Y muy coqueto, aunque no lo ostente: nada de decirnos su edad, unos cuarenta años. Da igual, este compositor practica la concision verbal y la elusión conversacional a la perfección. Habrá que leer entre las líneas de sus pentagramas.

Nos encontramos en un café a 100 metros del Támesis, en el corazón de la capital más rock’n’roll de Europa. Sin embargo, de lo que vamos a hablar es de jazz: Stoysin es uno de los pocos guitarristas serbios que produce en concierto en el prestigioso Royal Albert Hall de Londres, a la vez que da clases de instrumento.

Autodidacta empedernido

“Comencé a tocar a los 15 años. Le pedí a mis padres que me compraran una guitarra y aprendí solo. Autodidacta y orgulloso de ello. “Todo se puede aprender por uno mismo. Es difícil, pero no imposible. Trabajé como técnico durante nueve años tras mis estudios de ingeniería química, y mientras tanto escribía canciones y tocaba”, recuerda Branco.

“Hasta que llegué a Londres no me convertí en músico profesional”. Entretanto, a principio de los noventa, Yugoslavia implosiona y él decidió salir del país. “Los problemas comenzaron antes; se podía sentir el odio en la gente..., como no quise formar parte de una sociedad dividida...”, silencio. Stoysin no desea hablar del tema. No ha vuelto desde entonces a su país natal.

Rumbo a Grecia para vivir un sueño de adolescente: “Tocar durante el verano e hibernar durante el invierno para escribir canciones”. Sonríe al recordar aquellos tiempos, mientras se zampa un buñuelo. Nada más llegar a Londres en 1992 le tocó vivir años difíciles hasta que pudo producir su primer álbum en 1998. Un LP en solitario y otros tres en trío, con títulos evocadores como Something between the sea and the sky, Amber, Heart is the bridge, y carátulas con diseños de naturalezas relajantes.

¡Luz!

No en vano, Stoysin llamó a su casa de producción Sun Recordings: su inspiración es el sol. “La gente no se da cuenta de lo que es el sol, creen que lo tienen por derecho. ¡Es un estrella formidable que nos da luz y vida! Me fastidia que se escriba con s minúscula. Lucho contra ello, incluso he escrito a los periódicos y a las escuelas para que sol se escriba con S mayúscula!”. No hay concierto en el que no lo proponga al público.

En cuanto a influencias, son Joey Bass, Charlie Parker, la música brasileña y la clásica las que le han marcado, pero también la música tradicional serbia. “A mi madre le encantaba esa música, crecí con ella en casa. Sin embargo, no la he tocado hasta legar a Londres; sólo entonces me di cuenta de que era magnífica.”

“Cuando estamos en medio de algo no lo vemos”, una máxima que aplica consciente de la timidez de la que la felicidad se da.

Aunque nunca haya regresado a su tierra natal, Branco lo celebra en su música oscilante entre jazz y folk. La imagen que guarda de allá queda pura e intacta. “Uso la música como un ecritor usaría un libro”, explica quien cuenta sus mensajes literarios por canciones.

Preguntado si se siente serbio, sorprende con un: “Me siento Yugoslavo. Pero como Yugoslavia ya no existe, yo tampoco existo: ¡así que le estás hablando con un fantasma!”.

Componer música, tocar en conciertos con su trío, dar clases de guitarra en el Goldsmith Collège. Hoy, Stoysin “realiza su sueño”. Aunque la competencia sea ruda y hacerse un hueco harto complicado, asegura cultivar la autenticidad como una religión.

Nada de vender su alma a la mercadotecnia: este guitarrista crea su música y sus portadas él mismo, y cada detalle tiene sentido. Stoysin fustiga Internet porque “desconecta a la gente”, y se niega a estar en MySpace “¿Para qué? ¡Ya tengo mi propia web!” Algo freakie y lacónico, asegura que ya no escucha música, pues tiene “necesidad de silencio para escuchar lo que hay a su alrededor”.

Branco Stoysin en ...

…la política:

¡Hay que interesarse por la política. ¡La política jode nuestra vida!

… la ironía de la vida:

La víspera de mi salida de Yugoslavia me ofrecieron un puesto permanente en el mundo de la música en Novi Sad. ¡Contesté que llegaban un poco tarde! Pero la tentación fue grande.

… la música gratuita en Internet:

Está mal; ¿Cómo sobrevivirán los músicos? La gente piensa que para qué conprar un Cd si pueden descargárselo gratis de Internet. Si yo pudiera entrar en una tienda y llevarme la comida gratis entonces aceptaría que la gente se llevara mis CD gratis.

Foto página de inicio: Branco Stoysin tocando la guitarra takamine (Mary Ryan/www.brancostoysin.co.uk); foto en texto: cubierta del último disco de (Branco Stoysin)

Translated from Branco Stoysin : « On peut tout apprendre par soi-même ! »