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Borricos chipriotas

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Chipre ha dicho "no" al plan de la ONU para reunificar la isla. No hace falta pensar mucho para dar con aquello que de verdad representa a Chipre: el burro chipriota.

Los burros son caballos pequeñitos, pero no son ponis. Son un poco más grandes, de color marrón y con grandes orejas y tienen pinta de estar siempre de lo más aburrido. Caminan muy lentamente y cuando deciden que no se mueven más, pueden estar parados en el mismo sitio durante horas. ¡Son adorables!

En Chipre, los burros están protegidos (y cuado digo Chipre, quiero decir a ambos lados de la frontera que divide la isla). El burro ha sido protagonista incluso de una impetuosa iniciativa bicomunitaria, creada por gente de las dos comunidades existentes en Chipre (griegos y turcos), cuyo nombre es "Amigos del burro chipriota", para proteger a la especie de la amenaza de extinción. La organización "Amigos del burro chipriota", registrada en el Reino Unido, fue fundada en 1994 para cuidar de los burros enfermos y abandonados de cualquier edad y proporcionar todo tipo de asistencia y de cuidados médicos a los animales que trabajan a lo largo y ancho de Chipre.

Una diplomacia de burros

Los burros también son causa de debate político en Chipre. Tras las masivas manifestaciones contra él, Rauf Denktash, el líder turco-chipriota, afirmó que en Chipre no había verdaderos chipriotas, tan sólo griegos y turcos. Los únicos chipriotas de verdad, dijo, son los burros. Un par de meses después, algunos chipriotas, para protestar por la decisión de Denktash de comprobar todos los pasaportes al viajar de un lado a otro de la isla, llevaron un burro a un puesto de control con su "pasaporte" colgado al cuello para pasar al otro lado. El burro fue detenido y puesto en libertad a la mañana siguiente. Nadie sabe si presentaron cargos...

No a la reunicicación

Una historia ilustra la lógica existente detrás del masivo "No" de los greco-chipriotas al plan de la ONU para reunificar la isla. Un día, Nasreddin Hodja, personaje típico de las historias turcas, se montó en su burro al revés, mirando hacia detrás.

- Hodja, decía la gente, ¡te has montado al revés en el burro!

- No, replicaba éste. No me he montado en el burro al revés. ¡Es el burro el que está mirando en sentido contrario!

A menos que nos montemos bien en el burro, éstos van a atravesar solos la frontera Schengen para "visitar" el "otro lado".

Translated from Asinine Behaviour in Cyprus