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Babelblog Action Day: la noche sevillana

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Sevilla

Los bares de copas, y los pubs son por excelencia los locales preferidos de los jóvenes Sevillanos en las noches de alterne. La elección de uno u otro depende casi exclusivamente del bolsillo, por lo que los jueves y el botellón a pesar de las prohibiciones, siguen teniendo éxito.

El fin de semana en la capital hispalense supera los tres días de merecido descanso puesto que los estudiantes adelantan al jueves el tan anhelado reposo. Por tanto, son tres noches bien diferenciadas las que entienden de ocio y diversión en Sevilla. Después de duros días de clases y entregas de trabajos, los jueves suponen un gran respiro para muchos universitarios. Los programas de las asignaturas de las carreras se están ajustando claramente para dejar libres los viernes, apenas se contemplan horas de tutorías y consultas personales en las instalaciones públicas como son las bibliotecas o las salas de informática, aunque lo que sí parece hacer caja en la madrugada de jueves a viernes son los bares de alrededor de las facultades.

En el campus de ciencias, en la Avenida de Reina Mercedes, los soportales que se encuentran justo frente a Arquitectura y Física hacen su “pequeño agosto” todos los jueves tarde. Jorge, estudiante de último curso de Arquitectura explica que el precio de la tapa y de la copa en esa zona hace “muy asequible un inicio de fin de semana que promete”, normalmente, añade, “entre lunes y jueves tenemos que hacer entregas que parecen partos de proyectos, etc... por lo que la cervecita a un euro y la tapa a 1’50 nos sabe a gloria”. Pero Jorge no es el único, otra de las grandes concentraciones de estudiantes está en El Rectorado, en pleno centro de Sevilla donde los locales por antonomasia se ubican en una de las calles que rodean a este complejo de Humanidades; la calle San Fernando. Aquí, el pub irlandés, cuyo nombre omitimos por no hacer publicidad, es el favorito de los Erasmus para hacer fiestas de apertura y de clausura. A partir de las 20.00 se pueden adquirir sándwiches “bien sabrosos” por 2 ó 3 euros, dependiendo del condimento que lleve dentro, resalta Elena, estudiante de Historia.

Y para aquel que quiera seguir la fiesta, a partir de las 3.30 las discotecas toman el relevo a los bares. Desde música y en la Isla de la Cartuja, a música comercial y muy bailable en las salas del barrio de Nervión. Aquí el precio ya no es tan “agradable” pues los o copas, nombre con el que se conoce a combinados de refrescos con bebidas alcohólicas, pueden superar los 8 euros. Es por esta razón por la que, en contra de la ley, el (beber en la calle con botellas compradas en supermercados), sigue teniendo gran acogida.

HouseDiscocubatasbotellón

Los viernes y sábados, ya uno se puede topar con cualquier tipo de persona porque no sólo hay estudiantes, también muchos trabajadores y gente de la periferia de la ciudad que hacen que, en ocasiones, el tráfico de acceso sea “horrible”, dice María habitante de Tomares, población al oeste de la capital en las afueras. En estos días los bares del centro cobran protagonismo, cerca de la Catedral, en la Avenida de la Constitución o en el barrio de La Alfalfa. Aquí, igualmente, a partir de las 3.30, los bares cierran y las discotecas de la calle Torneo y el barrio de La Alameda ganan en preferencias porque son de los pocos lugares donde no piden “etiqueta” para entrar y la copa es “muy razonable”, entre 3 y 6 euros.

El transporte, un gran reto urbanístico

El gran inconveniente con el que todo amante de la noche sevillana está se topa es al transporte. La única línea de metro existente de lunes a jueves funciona de 6.30 a 23.00 horas, los viernes y sábados de 6.30 a 2.00 horas y; los domingos y festivos de 7.30 a 23.00. Los autobuses nocturnos pasan, aproximadamente, con una frecuencia de una hora en la ciudad, pero la periferia está condenada a no estar comunicada. Los autocares que unen Sevilla con sus alrededores funcionan entre 6.30 y 23.00 horas y, a partir de esos límites, el único medio de transporte es el taxi. Algo carísimo que, por tarifa nocturna más límite urbano puede alcanzar más de 23 euros, por lo que muchos jóvenes deciden resistir hasta las 6.30 con tal de ahorrar algo de dinero.

Clara Fajardo