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AutoLibs: París mete primera y arranca sus "coches azules"

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Cristina Cartes

Lifestyle

Puedes subirte a un autobús rojo de dos pisos en Londres, a un taxi amarillo en Nueva York, pero eso de montarse en un "coche azul" (blue car) en la capital francesa tendrá que esperar. La ciudad de la luz quiere reforzar cuanto antes su imagen de “verde” con un centenar de Autolibs. Será posible en octubre de 2011.

Antiguo director comercial y fundador de Ecovisit Paris, Erwan Maizy decidió cambiar su vida “para ser libre”. Atravesamos en su coche híbrido la Plaza de la Concorde hasta llegar a la avenida de los Champs -Elysées. Pasamos Invalides, el Petit y Grand Palais, la iglesia de la Madeleine, la Ópera de Garnier, la plaza Vendôme, los museos Louvre y D´Orsay. La conducción del vehículo es silenciosa. “Es un poco peligroso”, añade Erwan. “Mucha gente no oye el motor y no se da cuenta de que el coche está cerca. En cambio, el aire acondicionado consume poco y el vehículo capta la energía de los frenos. El próximo año tendré un TESLA-S, que alcanza una velocidad de 100 km/h en 3,7 segundos. Sólo hay dos Porsches que puedan ir más rápido!”. Es la manera ideal de ser chic y responsable con el medio ambiente al mismo tiempo. Autolib será la nueva forma de descubrir turísticamente una ciudad y de tener en cuenta el medio ambiente. La botella de agua hecha de papel que hay en el coche está ahora vacía. Por el camino, nos cruzamos a unos manifestantes. “Esto es Francia”, dice Erwan mientras ríe.

De la bici al coche

París cuenta ya con el servicio de Velib, unas biciletas de las que se puede disponer en varios puntos de la ciudad por un módico previo. Esta idea ha ido recorriendo diferentes ciudades europeas desde 2007, como Liubliana, de las últimas en adherirse al programa. Cada mañana, una gran furgoneta las recoge para llevarlas de vuelta a los estacionamientos. Un artículo publicado recientemente en The Guardian afirma que de las 24.000 bicicletas disponibles en París, unas 9.000 han sufrido algún daño y más de ese mismo número han sido robadas hasta la fecha. Una leyenda urbana cuenta que ¡una fue encontrada en África!

Esta vez, la compañía francesa Bolloré Group pensó en lanzar el servicio AutoLib. Los coches eleéctricos pueden ser usados siguiendo el mismo modo de funcionamiento de las bicicletas. Y sin gasolina. Erwan, que paga 150 euros por una plaza de aparcamiento para él solo, admite que hay demasiados coches en la ciudad. En el sur de París, Jazques Boutault, un político local “verde” que acaba de salir de una reunión sobre energía nuclear, está sentado al lado de su bicicleta. No tiene coche y viaja como el resto de los parisinos: en transporte público o en bici. Boutault dice que todo el mundo sabe que si sacamos más coches a la ciudad nuestra huella ecológica será mayor. Él preferiría que ese dinero fuera invertido en otras redes de transporte. Pone el ejemplo de Madrid, cuya línea circular de metro evita numerosos trasbordos a sus habitantes. En París, las casas y el transporte son responsables de las mayores emisiones de carbono (alrededor de dos tercios). A ello hay que sumar que la capital francesa es la ciudad más visitada, con una media de siete millones de visitantes cada año. Por eso, es muy positivo que haya gente que luche por cambiar el modo en el que la gente se desplaza.

Queridos turistas y ejecutivos

Los llamados « coches azules » están siendo ahora probados. Algunos ya han sido robados y dañados. En el sector político hay más optimismo. “Si echas un ojo al capó, verás que el coche eléctrico tiene un sinfín de ventajas en materia medioambiental”, afirmó el ministro de Medio Ambiente Jean-Louis Borloo en 2010. Gracias a su servicio privado, Erwan ha sabido combinar buen gusto y turismo. “¿Sabías que hay casas para abejas en lo alto de los edificios oficiales y venden su miel?”. Es una de las perlas de la sabiduría. Todo es información nueva no sólo para alguien que visita por primera vez la ciudad de París, como yo, sino también para los casi cinco consumidores diarios de este servicio, un público compuesto sobre todo de turistas y ejecutivos. “Los que vienen de otras ciudades se sorprenden mucho al descubrir que París tiene tantas cosas verdas”, añade Erwan.

"Los atascos afectan a coches normales y coches ecológicos"

Kevin está aparcando su scooter para ir al trabajo. El uso de este medio de transporte no está tan extendido como en las ciudades mediterráneas. Este chico de 25 años jamás ha oído hablar de AutoLib, aunque reconoce que jamás lo usaría. “Los atascos en París afectan a coches normales y a coches ecológicos. Yo preferiría la scooter o la bici”, ríe. Además, señala, un coche responsable con el medio ambiente sigue contribuyendo a aumentar la densidad de tráfico y las emisiones. Hasta ahora, París parece haber cumplido bastante bien sus compromisos ecológicos. “Es ya una de las ciudades más verdes de Europa”, repite Erwan. Su torre más famosa, la Eiffel, ha reducido el uso de las luces en cinco minutos cada noche, mientras que los pequeños autobuses que recorren Montmartre son eléctricos desde 2002. ¿Conseguirá el servicio AutoLib ser igual de eficaz?. De la que vamos terminando nuestro tour, que empezó en la plaza de la Concordia, surge un interrogante: ¿acabar el recorrido donde lo empezamos no supone un gasto extra, más gasolina y más emisiones? Para compensar, Erwan explica que puede limpiar el coche entero sólo con siete litros de agua. O cómo mejorar lo ecológico pensando en la vida diaria de un parisino.

Este artículo forma parte del proyecto Green Europe on the Ground 2010-2011, una serie de reportajes realizados por cafebabel.com sobre el desarrollo sostenible. Para conocer mejor el proyecto, Green Europe on the Ground, 

Agradecimientos, de manera especial, a Andrea Paracchini de cafebabel.com Paris y a Nicola Accardo

Fotos: portada (cc)  Andrea Pinchi; Paris by car (cc) victortsu; autolib (cc)faberNovel2009/ Flickr

Translated from AutoLibs: automatic cars to eat Paris from October 2011